Los obispos ecuatorianos invitan a ser “artesanos de paz” al cierre de su 154.ª Asamblea

Tras revisar su caminar pastoral, se han propuesto para el nuevo trienio 2023-2026 ahondar en la sinodalidad

Los obispos ecuatorianos han concluido la edición 154 de su asamblea ordinaria conscientes de “los terribles conflictos bélicos que se están viviendo en diversas partes del mundo” como el de Ucrania y la Franja de Gaza.



Ecuador tampoco escapa de la inseguridad social que “vivimos en nuestras ciudades que pone en serio peligro la vida humana”, sumado a “la convivencia social y la frágil economía de muchas familias que se ven forzadas a emigrar y a cerrar sus negocios”.

Frente a este panorama, han recordado que los conflictos no se solucionan con más violencia ni con diálogos estériles, sino “con nuestro compromiso solidario sobre todo con los más pobres que claman por la paz, la justicia y la equidad para evitar una catástrofe humanitaria”.

Defender la vida

Los prelados han recordado que “la paz es un trabajo artesanal” como lo ha dicho el papa Francisco, por ello, han invitado a colegios, familias, parroquias, barrios y ciudades “sean lugares donde se vive, se construye y se enseña la cultura de paz. Las armas no llevan a la paz”.

“La vida es un don de Dios; por ello, nadie tiene derecho a quitarla o a decidir cuándo morir”, agregaron.

De allí que el aborto, la eutanasia y el suicidio “degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador”.

Toda vez que piden “al Estado que reconozca, defienda y garantice la vida para todas las personas desde su concepción hasta su muerte natural, mejorando los servicios sanitarios”.

Ahondar en la sinodalidad

Los obispos ecuatorianos mencionaron que sus delegados del Sínodo de la sinodalidad: Luis Gerardo Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, David Israel De La Torre Altamirano, obispo auxiliar de Quito y Jesus Alberto Briceño Cherubini, “nos compartieron sus vivencias y presentaron el documento de la síntesis para su estudio en nuestras parroquias, comunidades religiosas, grupos laicales y en todas las instancias diocesanas”.

Tras revisar su caminar pastoral, se han propuesto para el nuevo trienio 2023-2026 ahondar en la sinodalidad para “vivir la misión evangelizadora en comunión y participación de todo el pueblo de Dios: laicos, consagrados, diáconos, presbíteros y obispos”.

Por supuesto, seguirán “con el proceso sinodal de escucha y discernimiento, que concluirá en octubre del 2024, siguiendo preferentemente el método de la conversación
en el Espíritu”.

También se preparan para la celebración del 53.º Congreso Eucarístico Internacional, a realizarse en Quito en septiembre del 2024, con el lema:
“Fraternidad para sanar el mundo”.

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