La Secretaría General del Sínodo envió ayer una carta a todas las conferencias episcopales y los miembros de la XVI Asamblea –titulada ‘Hacia octubre de 2024’– en la que les pide continuar con la escucha sinodal. De hecho, les pone tarea: enviar aportaciones antes del 15 de mayo de cara a preparar el ‘Instrumentum laboris’.
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El pasado 29 de octubre concluyó la primera sesión de esta XVI Asamblea. Sin embargo, no significa que resten once meses de vacaciones hasta comienzos de octubre de 2024. La Secretaría del Sínodo reclama a las Iglesia locales seguir dando pasos en estos meses.
Pero no solo las Iglesias locales tienen tarea pendiente, puesto que la Secretaría del Sínodo, de la mano de los distintos dicasterios de la Curia romana, trabajará en varios temas, como la Ratio fundamentalis sobre la formación de los ministros ordenados, el documento ‘Mutuae relationes’ o la profundización de la investigación teológica y pastoral sobre el diaconado y, más concretamente, sobre el acceso de las mujeres al diaconado. La idea es presentar una lista de temas al papa Francisco para que convoque a expertos de todos los continentes para abordarlos.
¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?
En lo que a las Iglesias locales respecta, el Sínodo invita a profundizar a través de una pregunta “orientadora”: “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?”. “El objetivo es identificar los caminos a seguir y los instrumentos a adoptar en los diferentes contextos y circunstancias, para potenciar la originalidad de cada bautizado y de cada Iglesia en la misión única de anunciar al Señor Resucitado y su Evangelio al mundo de hoy”, exponen en la misiva.
Del mismo modo, señalan que “la pregunta orientadora requiere ser abordada en dos niveles: a nivel de cada Iglesia local y en el plano de las relaciones entre Iglesias, entre agrupaciones de Iglesias a distintos niveles y con el Obispo de Roma”.
En la práctica, partiendo de la pregunta orientadora y de los dos niveles indicados, se invita a cada Iglesia local a realizar una ulterior consulta, determinando las modalidades concretas en base a lo que parezca posible en el tiempo disponible. Aunque advierten que “no se trata de volver a empezar de cero ni de repetir el proceso de escucha y consulta que caracterizó la primera etapa”.
Síntesis de cada Episcopado
Con el trabajo realizado, las conferencias episcopales tendrán que elaborar un resumen de una extensión máxima de ocho páginas, que se enviará a la Secretaría General del Sínodo. Por su parte, las Iglesias locales enviarán a sus episcopados experiencias de buenas prácticas relatadas en menos de dos páginas.
El objetivo, según explican, es “mantener vivo ese dinamismo de escucha y diálogo con todos, especialmente con los que permanecen más al margen de la vida de la Iglesia, que la primera fase del proceso sinodal puso en marcha y que ha dado frutos significativos”.
