EDITORIAL VIDA NUEVA | Una frase de Benedicto XVI: el pulmón espiritual de la sociedad. De este modo, con una sencilla formulación, el Papa puso en valor no hace mucho la vida contemplativa, “cuya situación en el centro de las ciudades –dijo–, contribuye a que estas últimas no se ahoguen espiritualmente en su actividad frenética”. Es la parte oculta del cuerpo y, al mismo tiempo, la más importante; la raíz del árbol, indispensable para que este luzca en su esplendor.
El domingo, Solemnidad de la Santísima Trinidad, se celebra la Jornada Pro Orantibus, una ocasión para reconocer la labor silenciosa y el compromiso total como una forma de vida en la Iglesia.
Pero no podemos olvidar sus dificultades, como la escasez de vocaciones y la elevada edad media, aunque también hay otras de índole interno. Aún así, estos religiosos y religiosas mantienen la serenidad y la esperanza: están en manos de Dios.
En el nº 2.758 de Vida Nueva.
–
INFORMACIÓN RELACIONADA
- Vida Consagrada: La vida contemplativa, ¿valor en alza?
