Editorial

Una Iglesia mediadora

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EDITORIAL VIDA NUEVA | El Vaticano II nos recordó que la misión de la Iglesia implica un compromiso transformador de las realidades mundanas, sobre todo aquellas en las que la pobreza, la injusticia o la guerra socavan la dignidad humana.

Y ahí entra en juego su capacidad mediadora –como reivindican las páginas del Pliego–, su contribución a la resolución de conflictos: bélicos (como viene ocurriendo desde hace décadas en Tierra Santa, o en Siria, o en el Congo…) y sociales (con su participación activa a través de Cáritas para ayudar a quienes peor lo pasan en este tiempo de crisis).

Promotora de reconciliación en tantos ricones del mundo y respuesta fraterna a incontables situaciones de necesidad, la Iglesia no puede olvidar, sin embargo, que su aportación a la cultura del encuentro pasa antes por vivir en su seno el diálogo, la integración y la misericordia como pilares sobre los que construir una comunidad de comunidades.

En el nº 2.825 de Vida Nueva. Del 24 al 30 de noviembre de 2012.

 

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