Editorial

La credibilidad es de Cáritas

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hombre sin techo mendigo en un comedor social de Cáritas

EDITORIAL VIDA NUEVA | Cáritas, como viene siendo habitual, acompaña su ingente labor asistencial con estudios y reflexiones en torno a la situación social.

Informes que ponen de manifiesto la realidad de una sociedad, no para criticar al Gobierno de turno, sino para estimular la responsabilidad que todos tenemos en la construcción de un mundo mejor. Lo hace Cáritas Española –que acaba de publicar el documento Precariedad y Cohesión Social, donde se incluye un avance del Informe FOESSA 2013– y también Cáritas Europa, con el estudio El impacto de la crisis en Europa, que pone un foco especial a la situación de Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España.

Ambos son trabajos serios y bien documentados de la realidad social que vivimos, que arrojan cifras espeluznantes y reales –véase el conocido dato, presente en uno de los informes referidos, de que España es el segundo país de la Unión Europea con mayor pobreza infantil–, por mucho que algún dirigente político la niegue. Y es que el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, que criticó los informes de la institución eclesial, debiera acercarse más a ellos para conocer las condiciones en las que viven millones de ciudadanos de este país, una realidad que los datos macroeconómicos –positivos, sí– que tanto proclama no dejan ni siquiera entrever.

A Montoro no le gustó que Cáritas Europa reflejase que España ocupa los primeros puestos de la UE en pobreza infantil. Pero es la realidad. De hecho, el informe de Cáritas Española así lo confirma, pues constata que el 35% de los menores está en situación de exclusión. Como también es una realidad que hoy en nuestro país hay cinco millones de personas afectadas por exclusión severa, un 82,6% más que en 2007; o que los ámbitos del empleo, de la vivienda y de la salud son los que más han aportado al aumento de la fractura social.

Debiera, por tanto, nuestro ministro de Hacienda leerse los informes y conocer a las personas que hay detrás de los números que intenta hacer cuadrar, porque Cáritas no viene a aguar la fiesta de la recuperación que tan rápido nos quieren vender, sino a mostrar que todavía queda mucho por hacer para salir de la crisis, y que no es suficiente con la mejora de las cifras económicas. Tiene que mejorar la situación de las personas.

Pero es que, además de mostrar la realidad –por si el ministro Montoro tiene la tentación de considerarla profeta de calamidades–, Cáritas ofrece alternativas –propone un sistema de garantía de ingresos– y deja bien claro que es posible acabar con la exclusión, que no es tan difícil como parece.

Para tomar nota es la siguiente cifra que ofrece Cáritas, porque con poco más de la mitad de lo que cuesta rescatar las autopistas de peaje, a punto de declararse en concurso de acreedores, sería suficiente para “rescatar” a los 700.000 hogares que no cuentan con ningún tipo de ingreso.

No hace falta hacer una encuesta entre la gente para saber quién cuenta con mayor credibilidad, si Cáritas o Montoro. Y es que la credibilidad se gana a pie de calle, salvando a las personas de la crisis, y no desde la poltrona ministerial.
 

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En el nº 2.889 de Vida Nueva
 

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