EDITORIAL VIDA NUEVA | Sensatez y prudencia. Esa ha sido la respuesta de la Iglesia colombiana a la ruptura de las negociaciones con la guerrilla de las FARC, anunciada por el Gobierno de Juan Manuel Santos, tras el secuestro de dos militares y una abogada en el departamento de Chocó.
Desde el cardenal de Bogotá, Rubén Salazar, al presidente del Episcopado y participante en los diálogos de La Habana, Luis Augusto Castro, sin olvidar a la propia Iglesia local donde se han producido los hechos, todos apuestan por gestionar esta crisis “con suma prudencia”.
Por eso, desde la Diócesis de Quibdó advierten de lo poco prudente que resulta por parte del Ejecutivo militarizar la zona. No solo para los pobladores de la región del Atrato, que ven peligrar “la vida y los bienes”, sino para todo el país. El cese de las hostilidades, ¿debe ser unilateral o bilateral?, se pregunta hoy más de uno. Mientras, el proceso de paz vuelve a sufrir otro duro revés.
En el nº 2.918 de Vida Nueva. Del 22 al 28 de noviembre de 2014.
LEA TAMBIÉN:
- IGLESIA EN EL MUNDO: La Iglesia colombiana pide “prudencia” tras suspenderse la negociación con las FARC
