José Francisco Gómez Hinojosa, vicario general de la Arquidiócesis de Monterrey (México)
Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey (México)

Sin faltarle al respeto


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En el 2005, Benedicto XVI/Joseph Ratzinger visitó Alemania para participar en la XX Jornada Mundial de la Juventud. Un reportero entrevistó a una muchacha que, entusiasta hasta el borde del paroxismo, gritaba vítores al Pontífice. “¿Quieres mucho al Papa?” -le preguntó-. “¡Claro! Yo soy muy católica y además él es alemán”. “¿Y tienes novio?” -avanzó el corresponsal- “¡Por supuesto! Mire, aquí está a mi lado, es Hans” -respondió, señalando orgullosa a un joven rubio y alto que tenía cara de aburrido-.



La entrevista continuó, pues Benedicto XVI no bajaba todavía del avión. “¿Y tienes relaciones sexuales con Hans?” -se atrevió el periodista-. “¡Desde que nos comprometimos! Quizá nos casemos en unos dos o tres años”. “Pero eso no está bien de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia Católica” -sentenció el entrevistador-. “Pues sin faltarle al respeto a esa doctrina, yo lo seguiré haciendo con Hans porque lo amo mucho. ¡Y viva el papa Benedicto XVI!”.

La anécdota refleja una realidad que no quiere ver la jerarquía católica: en materia sexual, los jóvenes y los no tanto han optado por no atender las indicaciones morales de sus pastores, claro, sin faltarles al respeto.

Recuerdo que, a fines de los 70’s, la mayoría de las señoras -los señores no, ése no era su tema- consultaban a sus confesores si se podían “cuidar”, tomando algún anticonceptivo o exigiendo que su esposo utilizara un preservativo. Desde fines de siglo pasado ya no se solicita tal opinión. ¿Será que las esposas de hoy -algunas hermanas de los mismos sacerdotes y obispos- ya no se “cuidan”? ¿O lo hacen sin tomar en cuenta la moral eclesiástica?

Foto: EFE

Por ello, no sé qué tan oportuno sea un intento más del Vaticano por definir temáticas que nuestros laicos consideran reservadas para sus alcobas. Y es que se acaba de publicar el volumen ‘Ética y teología de la vida. Escritura, tradición y desafíos prácticos’, que compila lo estudiado por expertos en la materia, durante un seminario de reflexión celebrado a fines del 2021, convocado por la Pontificia Academia para la Vida.

Las actas del encuentro reflejan, según vaticanólogos como Antonio Spadaro, director de La Civilttá Cattolica, un horizonte diferente, más abierto en el tratamiento de la sexualidad. Inclusive, no falta quien afirma que ese material bibliográfico puede servir para que el Papa argentino redacte su Gaudium Vitae, posible encíclica o exhortación apostólica sobre bioética.

Me parece que Francisco de Roma está en su papel, y un texto de tal envergadura vendría a completar su rico magisterio. Pero espero que él y sus redactores no se hagan muchas ilusiones, pues por más “aperturas” que pudiera tener el documento pontificio, difícilmente pavimentaría el camino para relaciones sexuales fuera del matrimonio, uso de anticonceptivos, eutanasia, y demás temáticas afines.

Creo que nuestros laicos, por más agentes de pastoral que sean y sin perder la admiración que sienten por Bergoglio, se sonreirán al ver el escrito, y seguirán con sus prácticas sexuales como hasta la fecha. Eso sí, sin faltarle al respeto al Papa y a la Iglesia.

Pro-vocación

Quién lo dijera. En julio de 1979 celebré una misa en la Catedral de Managua, en la que las CEB’s de Nicaragua querían agradecer a Dios la salida de Somoza y el arribo al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Daniel Ortega y otros miembros de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional participaron en la Eucaristía. Ortega nos dijo que estaba muy agradecido por el apoyo de la Iglesia a la revolución. Hoy ya no siente tanta gratitud. Así sucede con los tiranos autoritarios: mientras se les apoya, están contentos; nada más se les critica, se vuelven represores.