Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Misiones empresariales


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“Empoderamiento de los demás. Nuestra misión es dotar de medios a todas las personas y organizaciones del planeta para que sean más productivas”.“Nuestra misión es organizar la información del mundo y hacer que sea útil y accesible para todos”. “Nuestra misión es dar voz a cualquier persona en el mundo”, “Nuestra misión es fomentar las comunidades y hacer del mundo un lugar más unido”.



Bonitas misiones ¿No? Casi todos firmaríamos por ellas, nos podrían entusiasmar, nos apetecería participar de estos objetivos, ser una de las personas que hiciesen que estas misiones se hiciesen realidad. Si además nos dijesen que los valores que van a primar en las organizaciones que persiguen estos objetivos son el respeto, la integridad, la responsabilidad, reconocer la valía del tiempo, hacer bien las cosas, respetar los derechos de los demás, favorecer oportunidades económicas, permitir la libertad de expresión, etc. Todavía nos entusiasmaría más.

Pero no todo es tan sencillo. Como el avezado lector habrá podido deducir ya, se trata de la misión y los valores de grandes empresas multinacionales que han reducido su plantilla en unas 35.000 personas de todo el mundo entre noviembre del pasado año y enero de 2023. La mayoría de ellas han realizado esta reducción no porque pierdan dinero, sino porque no ganan todo lo que querrían.

Porque el verdadera misión de estas empresas y a la que se subordina todo lo demás son los beneficios, no nos engañemos. No se trata de pequeñas y medianas empresas dirigidas por personas que quieren ganarse la vida, que ven su organización como un medio de obtener los ingresos suficientes para vivir. No, son grandes empresas que se deben a sus accionistas y estos lo único que pretenden es que su margen de beneficios sea lo suficientemente alto. Por ello, si las cuentas no salen, hay que reducir costes para mantener unos beneficios elevados.

Cambio de cultura empresarial

Las grandes pretensiones, la misión en la que parece que estamos en el lugar ideal para poder colaborar en la construcción de un mundo mejor, se desinflan rápidamente cuando la cuenta de resultados se ve amenazada (muchas veces antes de que se den realmente pérdidas). Parece, pues, bueno, enmascarar la cruda realidad con unas bonitas frases que nos ilusionan pensando que la empresa realiza una gran labor y que es única en el mundo. Y todo esto es una pena, porque realmente las empresas cumplen una función social y es importante que estas existan, no creo que sea posible prescindir de ellas, necesitamos un cambio de cultura empresarial que no se realiza con las afirmaciones contenidas en la misión, la visión y los valores…

Postdata: Os propongo que adivinéis de cuál de las siguientes empresas es cada misión: Google, Meta, Twitter, Microsoft. Las soluciones las encontraréis en la red Internet.