David Jasso
Secretario Técnico del Proyecto Global de Pastoral en la Conferencia del Episcopado Mexicano

Estamos invitados a soñar…


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Luego de este acontecimiento llamado Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, con el que el Papa nos invitó a hacer memoria agradecida de Aparecida: “de la cual (dijo) todavía tenemos mucho que aprender…”, seguimos invitados y hasta desafiados a SOÑAR…

  • SOÑAR como Jesús, “que todos seamos uno…” (Juan 17)
  • SOÑAR con el papa Francisco, en esa “opción misionera capaz de transformarlo todo” (Evagelii Gaudium 27).
  • SOÑAR como desde el Consejo Episcopal Latinoamericano -CELAM-, inspirados por esos cuatro sueños de Querida Amazonía, como horizonte de evangelización integral en el continente.


Pero SOÑAR, bien conscientes de aquellas palabras atribuidas a San Oscar Romero, “solo somos un paso en el camino, una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto. Es posible que no veamos nunca los resultados finales, pero esa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil. Somos albañiles, no jefes de obra, ministros, no el Mesías. Somos profetas de un futuro que no es nuestro”.

1. Un proceso pastoral nuevo…

La Primera Asamblea Eclesial, ha exigido y requerido un camino antes recorrido por América Latina, pero con la novedad a la que el Espíritu nos ha invitado en este tiempo concreto.

  • De “escucha de Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios” (Episcopalis Communio 6).
  • De discernimiento comunitario y eclesial, “pues la Iglesia se da con todos, sin exclusión” (Video mensaje del papa Francisco).
  • Y de una búsqueda de nuevos caminos para actuar, fruto del aporte de los asambleístas (voz del pueblo) al proponer los desafíos y orientaciones pastorales con vision continental, pero nacidas desde la experiencia personal y comunitaria.

Evidentemente no podemos negar, y está documentado, la complejidad que representó el camino de preparación, el evento de la Asamblea misma, aquello que esperábamos y no se logró, pero también aquello que superó nuestras expectativas, por “desborde del Espíritu”: con nosotros, sin nosotros y a pesar de nosotros.

Este proceso previo, la Asamblea Eclesial misma y lo que hemos continuado, hace viva la expresión: “planear caminando o caminar planeando”, que presenta la necesidad de planes flexibles y experiencias graduales, como lo dice la instrucción sobre la conversión pastoral de la parroquia, citando al papa Francisco en referencia a la reforma de la Curia Romana, donde la gradualidad, “es el resultado del indispensable discernimiento que implica un proceso histórico, plazo de tiempo y de etapas, verificación, correcciones, pruebas, aprobaciones “ad experimentum”.

En estos casos, por lo tanto, no se trata de indecisión (y continúa la instrucción) sino de flexibilidad necesaria para lograr una verdadera reforma. Se trata de estar atentos a no “forzar los tiempos”, queriendo llevar a cabo las reformas apresuradamente y con criterios genéricos, que obedecen a razones elaboradas “en un escritorio”, olvidando a las personas concretas que habitan en el territorio. De hecho, cada proyecto debe situarse en la vida real de una comunidad e insertarse en ella sin traumas, con una necesaria fase previa de consultas; luego, su implementación progresiva y, finalmente, una evaluación”.

Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

2. ¿Cómo vamos caminando?

Y ahí vamos, en camino a una implementación progresiva de los frutos de la Asamblea Eclesial, donde no está mal que vayamos a distinto ritmo, sino que “como niños pequeños damos pasos cortos y torpes. De repente, sentimos que nuestros pasitos sinodales son el ‘gran kairós’, pero más pronto que tarde descubrimos nuestra pequeñez y descubrimos la necesidad de una mayor conversión personal y pastoral” (Video mensaje del papa Francisco a la Pontificia Comisión para América Latina).

Luego de la Primera Asamblea Eclesial de noviembre 2021:

  • Celebramos un Encuentro Eclesial con algunos cientos de Asambleístas, en marzo de 2022.
  • Promovimos un itinerario espiritual para vivir la Cuaresma y la Pascua desde los desafíos pastorales.
  • Posteriormente nos reunimos con Asambleístas por Regiones en mayo de 2022 donde en grupo compartimos:
    • ¿Cómo han sido recibidos los frutos de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe en nuestros países?
    • Si ha habido algunas dificultades con respecto a la recepción o asimilación de los frutos de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe en nuestros países y de qué manera han podido enfrentarlas o si requieren algún apoyo del CELAM para ello.
  • Y recientemente facilitamos la experiencia de dos Retiros Espirituales virtuales para obispos y sacerdotes del continente, que también ofreceremos a laicos, vida consagrada y otros grupos.

La intención ha sido ayudar en la profundización de la voz pronunciada por la Asamblea Eclesial, pues:

  • Todavía estamos comprendiéndola, asimilándola e interiorizándola entre nosotros.
  • Se percibe como capacitación en el ejercicio sinodal en sí mismo, como experiencia eclesial-sinodal que forma parte incluso de la fase diocesana del sínodo en algunos países (equipos animadores de la Asamblea, continuaron animando el Sínodo) y en plena conexión, como lo han dicho algunos de ustedes, con la fase continental que comenzará más adelante.
  • Y se presenta como expresión viva de la reforma de la Iglesia (como han dicho) y donde América Latina y El Caribe sigue primereando con humildad y, trascendiendo nuestras fronteras, se comparte con otros, ofreciendo esta experiencia como un aporte.

3. La Asamblea Eclesial, el Sínodo y los propios procesos pastorales se encuentran en el horizonte al que nos invita el Jubileo Guadalupano del 2031 y el Jubileo de la Redención en el 2033

Hay pasos que lógicamente podríamos seguir, hay muchas ideas que ya en los Encuentros Regionales nos han dado. Hay pendientes y propuestas de todo tipo; sin embargo, no queremos solo entusiasmarnos con la hoja de ruta, sino también con la ruta misma, como dice el Papa en Evangelii Gaudium 82.

Así entonces, podríamos preguntarnos:

  • Luego de haber vivido la Asamblea Eclesial: ¿A qué nuevos caminos pastorales nos está invitando el Señor?
  • La Asamblea Eclesial encuentra su cauce pastoral concreto y contextualizado en los países, en las diócesis y comunidades: ¿Qué podemos hacer para organizarnos? ¿En qué podríamos encontrar un buen consenso para ir hacia adelante? ¿Qué ideas tenemos?

Sigamos soñando con una Iglesia que siga los pasos de Jesús, siendo discípulos misioneros en salida.