José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Dejarse bendecir por el más pequeño


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MIÉRCOLES 24. Me adentro en la parroquia de Guadalupe. Misioneros espiritanos. El Sombrerito, para el común de los cristianos. Cristina Ruiz presenta ‘Hasta que la muerte (del amor) nos separe’ (San Pablo). Toma la palabra Ana, voluntaria de SEPAS, el programa que acompaña y encamina a separados y divorciados. Mucho antes de Amoris laetitia. Desde 1987. Trabajaban callados. Y se les respetaba a regañadientes. La exhortación les ha dado carta de ciudadanía. A ellos y a su apuesta por la inclusión, por la comunión. “Amoris laetitia se queda corta”, dice Ana desde el dolor de cuantos soportan la losa del fracaso y del enjuiciamiento de cristianos que siguen tirando la primera piedra.

JUEVES 25. Pistoletazo de salida a las fiestas de Getafe. La agenda aprieta y este año no puedo recibir a la Virgen de los Ángeles en la base aérea como manda la tradición. La espero en la catedral. Fuegos artificiales fuera. Dentro, Nico me bendice. Tiene tres años y se ha acercado a por agua bendita con su madre. Apenas acierta a hacer la señal de la cruz. Se intuye. Más que suficiente. Dejarse bendecir. Por el más pequeño. Agua viva.

VIERNES 26. Presentación de ‘Iglesia y comunicación en España’ (CEU Ediciones). Toma la palabra Ginés García Beltrán. Obispo del ramo. “Necesitamos unidad institucional en la comunicación. Cuando un obispo o un cristiano habla, la sociedad no lo identifica como individuo, sino con un ‘la Iglesia dice…’”. Reflexión para cuantos dan un paso al frente sin ser conscientes de que llevan a los demás a dar un paso atrás.

SÁBADO 27. Paseo por la Feria del Libro de Madrid. Para congratularme de que Aramburu rompe todos los récords posibles de espera. Patria cala. Por encima de los nombres de relumbrón televisivo. Que también se llevan lo suyo en grado máximo de autoayuda en pastillas de papel.

DOMINGO 28. Premio Lolo. Lo recoge Irene Pozo. Con obispo y todo. Incansable en su entrega en 13TV. Merecido, mucho más que el de su predecesor. Bromea con las horas de espera para mendigar una declaración o para gestionar una entrevista. Y recuerda a Paloma Gómez Borrero. Batallaron mucho juntas. En la mesa de trabajo de Irene sigue esperando la funda de sus gafas. Se las iba a devolver con un cafelito para siempre truncado.

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