¿En qué gasta la Iglesia?

(Elena Baeza– Málaga) La Iglesia lleva más de veinte siglos anunciando el Evangelio y acompañando a las personas en los momentos más importantes de su vida. Lo estamos viendo día a día con los que, desgraciadamente, sufren las consecuencias de la crisis. Hace unos días, una amiga que ha comenzado a colaborar como voluntaria en Cáritas me llamó sorprendida de ver lo que se reparte en comida y dinero, así como en consejos, ofreciendo orientación a las personas, escuchándolas… Y no digamos la respuesta rápida tras el terremoto de Haití, por parte de Manos Unidas, Cáritas y todas las instituciones de la Iglesia católica. Pero no es sólo de agradecer su labor ahora, por el terremoto, sino porque estas organizaciones llevan ya varias décadas en países del Tercer Mundo, colaborando por un mundo más justo para los más olvidados de los Gobiernos.

Ignoran muchos que la Iglesia también atiende, entre otros, a colegios concertados, centros de educación universitaria, hospitales, ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes, de enfermos de sida, de toxicómanos, de atención a prostitutas…  Lo que ocurre es que hay muchos que no ven más allá de lo que sus ojos quieren captar.

En el nº 2.694 de Vida Nueva.

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