La fórmula mágica

Antonio-Gil(Antonio Gil Moreno)

“Y así hemos venido caminando, hasta dar con la cruda realidad: más paro, más corrupción, más situaciones caóticas, más desesperanza. Alguien tendrá que levantar la voz con silueta de profeta y de testigo. Porque, si no, tendrán que llegar los mártires para hacerlo”

Durante muchos años se nos ha ido ofreciendo la “fórmula mágica” para vivir en lapostmodernidad. Todo empieza con cambiar el “ser” por el “tener”.

Y así, el proceso se desarrollaba por momentos. Primero, “tener”; segundo, “tener todo”; tercero, “tener todo ahora”; cuarto, “tener todo ahora fácilmente”; quinto, “tener todo ahora fácilmente porque yo lo valgo”; sexto, “tener todo ahora porque yo lo valgo y porque sí”.

El camino se nos presentaba radiante, apenas sin obstáculos, repleto de éxitos humanos y sociales. Todo el mundo podía emprenderlo, desde el más chico al más grande. Se ensanchaban por horas el afán consumista y los estrados de un poder otorgado a dedo, regalado sin méritos. ¿Dónde quedaban el trabajo y el esfuerzo? ¿Dónde los méritos y la justicia? ¿Dónde la dignidad de cada persona, sus derechos y sus deberes? ¿Dónde la escala de valores? Nada de eso parecía importar, ni a dirigentes ni a dirigidos. Nubes de silencios cómplices, bien pagados.

Y así hemos venido caminando, hasta dar con la cruda realidad: más paro, más corrupción, más situaciones caóticas, más desesperanza. Alguien tendrá que levantar la voz con silueta de profeta y de testigo. Porque, si no, tendrán que llegar los mártires para hacerlo.

agilmoreno@vidanueva.es

En el nº 2.683 de Vida Nueva.

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