La Indonesia del diálogo y la convivencia ya espera al papa Francisco

El cardenal arzobispo de Yakarta, Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, destaca el entendimiento de la minoría cristiana en el país con más musulmanes del mundo

El arzobispo de Yakarta –la principal diócesis de Indonesia–, el cardenal Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo ya espera al papa Francisco tras el anuncio oficial de que el pontífice visitará a la minoritaria comunidad católica en el mayor país musulmán del mundo el próximo mes de septiembre antes de dirigirse a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. El purpurado ha mostrado su “entusiasmo” en una entrevista a los medios vaticanos en la ha destacado la sintonía de la Iglesia con los líderes islámicos.



El cardenal ha recomendado a sus fieles preparar la visita a través del estudio del magisterio de Francisco repasando ‘Evangelii Gaudium’, ‘Laudato Si’’ o ‘Fratelli Tutti’. Indonesia es un país de gran variedad cultural con dos importantes tradiciones islámicas “muy abiertas y tolerantes” que favorecen la “vida en común” y la libertad religiosa. “Podemos vivir en paz con nuestros vecinos” y “no pocos católicos se han convertido en líderes de la sociedad plural, trabajando en instituciones estatales en altos cargos”, destaca el arzobispo. “Convivir como conciudadanos, aunque tengan religiones diferentes, es algo muy corriente” incluso dentro de la misma familia. “También hay bastantes sacerdotes y religiosos que proceden de familias musulmanas, hindúes o budistas. Muchas comunidades religiosas viven, en sus conventos, en medio de las casas de la gente”, destaca.

Nuevos desafíos

Mirando a la historia, Suharyo explica que la independencia de Indonesia no fue un regalo de los colonialistas, sino el resultado de una larga lucha en la que participaron todos los componentes de la nación, en la que participaron todos los grupos étnicos y todos los fieles religiosos”. Ahora, añade, “algunos de los más grandes desafíos tienen que ver con una distribución desigual de la prosperidad, tanto en Java como fuera de Java; la influencia islámica transnacional, grupos que aún quieren establecer un Estado islámico; la desigualdad económica; y el sistema político, y especialmente una economía desfavorable hacia los débiles”.

A partir de la nueva declaración ‘Dignitas Infinita’ el cardenal subraya la similitud con los principios constitucionales indonesios y lamenta que “desgraciadamente, a menudo la realidad está muy lejos de los principios presentados en el documento, debido a sistemas políticos, económicos y quizá también socioculturales que no respetan los derechos humanos. Todo lo que se dice, incluidas las cuestiones de violaciones de la dignidad humana, es también muy relevante para Indonesia en particular, y Asia, en general”. Frente a esto destaca el testimonio de los cristianos, “los vemos hacer el bien de varias maneras, a través de la educación, desde la primaria hasta la superior, los servicios sanitarios, los servicios sociales, como las cooperativas de crédito, y el trabajo conjunto con otros miembros de la comunidad. Dicho de otro modo, ‘hacen el bien’ a través del diálogo, si se quiere, ellos ofrecen en su trabajo y a través de su vida”, apunta.

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