Cáritas Chile llama a vivir la Cuaresma de Fraternidad

Pide practicar más la oración y vivir con más austeridad para compartir con familias vulnerables

Iniciado el tiempo de Cuaresma, la Iglesia chilena inicia también la ya tradicional campaña Cuaresma de Fraternidad, que tuvo su origen en 1982 para recaudar fondos destinados a financiar proyectos que beneficien a familias de bajos ingresos.



“Chile tiende la mano a las familias vulnerables” es el llamado de este año, que corresponde a los destinatarios definidos por los Obispos para el trienio 2022 a 2024. José Tomás Silva, secretario ejecutivo de la Campaña, dijo que este es el último año que la Campaña apoya a grupos “que se encuentran en condición de vulnerabilidad ante la crisis social y económica que vivimos en el país”.

Vivir el tiempo de Cuaresma

La campaña incentiva a vivir de manera más intensa y profunda el tiempo de Cuaresma con más oración, llevando una vida más austera que permita ahorros que se acumulan en la alcancía de la Campaña para entregarlos en la parroquia durante los días de Semana Santa a fin de compartirlos con quienes tienen más necesidades. Desde todas las parroquias del país se distribuyen alcancías y ahora también se dispone de una versión digital que permite hacer aportes por transferencia bancaria.

Las ayudas se destinan a sectores sociales definidos por los obispos. Atendiendo las realidades sociales y económicas de todo el país, ellos precisan el grupo social que recibirá el apoyo económico. Este grupo objetivo se mantiene por 3 años a fin de permitir profundizar las acciones y procesos sociales y pastorales que apoyan los proyectos.

Del total recaudado, el 30% queda en cada diócesis para sus propios proyectos, el 10% financia los gastos de la campaña y el 60% constituye un Fondo Nacional al que postulan proyectos de todo el país. Con la recaudación del año 2023, este año se financiarán 33 proyectos por un total cercano a los 250 mil dólares.

Recuperación sostenida

José Tomás Silva comentó que: “este resultado demuestra una recuperación sostenida de la Campaña, luego de la fuerte caída registrada durante los años de pandemia, lo cual nos alegra enormemente porque podremos ampliar la cobertura de proyectos que beneficien a las personas y familias en mayor situación de vulnerabilidad del país”. Agregó que: “demuestra la cultura solidaria de nuestra iglesia, ya que en un periodo de alza en el costo de la vida, las personas han seguido aportando porque confían en el destino y uso de estos recursos”.

Para conocer mejor al grupo objetivo de este año, la campaña recomienda leer los documentos “Equidad y desarrollo en Chile: Los nuevos rostros de los excluidos” elaborado por la Comisión Justicia y Paz de la Pastoral Social Cáritas Chile y la Carta Pastoral “Chile, un hogar para todos” del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile.

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