Última misa de Corpus Christi del cardenal Mario Poli

  • La Iglesia porteña le agradeció el servicio y su ministerio, después de 10 años de pastoreo
  • Prometió seguir trabajando en la arquidiócesis

Este sábado, la arquidiócesis de Buenos Aires celebró, en la Plaza de Mayo, la Solemnidad de Corpus Christi con la presencia de los fieles provenientes de cada una de las vicarías zonales y los representantes de la vida religiosa, del clero y los de movimientos y asociaciones.



Mario Poli, administrador apostólico porteño y cardenal primado de la Argentina, presidió esta misa de despedida y la procesión de Corpus, que fue convocada bajo el lema: ‘Eucaristía, pan compartido’.

“Iglesia de la Eucaristía, misionera y solidaria”

Como hizo tradicionalmente en cada uno de los diez años de su servicio pastoral, se unió a los jóvenes que venían marchando y les dejó unas palabras. “Corpus es un encuentro”, un encuentro feliz de Jesús con su pueblo, que tiene muchas raíces porque hace 400 años que la ciudad de Buenos Aires lo viene celebrando. 

Asimismo, explicó que Jesús dejó su Cuerpo y su Sangre en los signos sacramentales del pan y del vino, y por eso, invitó a los jóvenes a “no quedarse sin Jesús en su corazón”, a comulgar porque “Él es motivo de esta Fiesta”.

Durante la homilía, en el atrio de la Catedral Metropolitana, Poli estimó que esta fiesta de Corpus pertenece a la cultura porteña. Allí siempre se ha celebrado públicamente esta celebración que “celebra la vida de punta a punta de nuestra existencia, porque no dejamos de valorar que cada uno de nosotros salimos de las manos del Creador, quien ha dejado la impronta de su imagen y semejanza en todos sus hijos…”. Invitó, entonces, a renovar la convicción de ser “Iglesia de la Eucaristía, misionera y solidaria”.

El primado evocó la figura de María en esta solemnidad. Señaló que Ella es el templo del Hijo de Dios y Jesús salió desde Ella revestido de un cuerpo. Agradeció a la Virgen porque al aceptar los designios de Dios “eres refugio de los pecadores, consuelo de los humildes y Madre de los redimidos… ¡El Corpus Christi tiene una Madre y se llama María!”.

“Uno de nosotros”

Representantes de la comunidad eclesial porteña despidieron al pastor de Buenos Aires, Mario Poli: “Después de tantos años compartidos llegó el momento de despedirte como nuestro Padre y Pastor, aunque seguirás en medio de nosotros como siempre fuiste, uno de nosotros”.

Agradecieron su servicio pastoral desde su paso por el Santuario de San Cayetano, el Seminario, la Facultad de Teología, la vicaría de Flores y hasta su pastoreo en la diócesis de Santa Rosa (provincia de La Pampa) desde donde regresó a Buenos Aires para suceder al cardenal Jorge Bergoglio. También dieron gracias por cada celebración y fiesta en la que participó, y su magisterio episcopal y sus mensajes y cartas profundas e inspiradas en la Palabra de Dios.

Estos referentes valoraron el acompañamiento pastoral, y el proceso y la convocatoria del Sínodo, en sintonía con el sueño del papa Francisco para la Iglesia de hoy. “Tu actitud de escucha y atención para todas las vocaciones facilitaron la integración en comunión del laicado, la vida consagrada y el presbiterio”, indicaron.

Agregaron que siendo cardenal arzobispo, “siempre fuiste un cura más entre nosotros, puertas y corazón abiertos para recibirnos y para visitar todos los rincones de nuestra arquidiócesis”. Apreciaron su cercanía de padre con los enfermos, los largos ratos confesando, los gestos misioneros junto a la imagen de la Virgen de Luján acercando la bendición de Dios. Especificaron que la grandeza de su persona se mostró siempre en su transparencia, sencillez y austeridad.

Finalmente, señalaron: “Fuiste la imagen de Jesús Buen Pastor entre nosotros”, y le regalaron un recuerdo que representa el ministerio en la arquidiócesis, junto a “las conclusiones del Sínodo que nos animaste a vivir con tanta pasión evangelizadora y misionera”.

El cardenal respondió: “Me quedo con ustedes en Buenos Aires, voy a vivir en alguna parroquia y seguir trabajando. Pongan en su oración al nuevo pastor Jorge García Cuerva, y los invito a todos el 15 de julio a participar del traspaso de sede para hacer una linda fiesta para la Iglesia porteña”. 

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