Parejas imposibles (o no). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tirado hoy de argumentario eclesial para parar la xenofobia de Vox. El líder socialista ha parafraseado al secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, ante las acusaciones de Santiago Abascal al Ejecutivo, al que ha culpabilizado del asesinato del sacristán Diego Valencia en Algeciras.
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Abascal ha preguntado hoy a Sánchez en la sesión de control al Gobierno si “va a cambiar las políticas migratorias para evitar nuevos atentados yihadistas como el de Algeciras o van a seguir patrocinando la inmigración ilegal, negando los problemas de convivencia…”.
#SesiónDeControl @Santi_ABASCAL, líder de @VOX_es, pregunta al presidente del Gobierno, @sanchezcastejon, si “va a revertir el Gobierno sus políticas en materia migratoria para evitar nuevos atentados como el de Algeciras”. pic.twitter.com/peQeDnGxGM
— Congreso (@Congreso_Es) February 8, 2023
Sánchez le ha contestado, pero primero, a lo importante: “Mis primeras palabras tienen que ser de recuerdo para Diego Valencia, y su asesinato en Algeciras y a las víctimas de este acto criminal”.
“Escuche estas palabras, señor Abascal: ‘No podemos echar leña al fuego, no podemos caer en demagogias, no podemos identificar terrorismo con ninguna religión, ni con ninguna fe’. Esto no lo he dicho yo, lo ha dicho la Conferencia Episcopal”, ha contestado el presidente. “Lo ha dicho la Conferencia Episcopal”, ha remarcado por si quedaba alguna duda de su cita, que bebe de la intervención de Magán al día siguiente del atentado durante el desayuno informativo organizado por Fórum Europa.
Contra las palabras de Feijóo
Sánchez ha continuado indicando, en alusión al líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, que “es verdad que ustedes -Vox- abren camino a ver si cuela. Y hay otros que se animan a seguir su discurso de intolerancia y de xenofobia. Y en esta ocasión ustedes tuvieron suerte, ¿verdad, señora Gamarra? Es que unos cardan la lana y otros se llevan la fama”.
Y es que tras el atentado yihadista del pasado 25 de enero en varias parroquias de Algeciras, Feijóo explicaba que “el terrorismo islámico es un problema de toda la sociedad europea y debemos actuar de forma unida y sabiendo que hay latente un problema. Hay personas que matan en nombre de un dios o en nombre de una religión. Y, sin embargo, nosotros, desde hace muchos siglos, no verá usted a un católico o a un cristiano matar en nombre de su religión o de sus creencias. Y hay otros pueblos que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”.
Sin embargo, horas después, tras la repulsa de parte de la sociedad y de la clase política a sus palabras, el líder popular intentaba matizar acusando a los medios de utilizar “torticeramente” sus declaraciones. “No hay un problema de terrorismo católico en el mundo, sí de integrismo islámico”, señalaba para luego completar: “Una cosa es el fanatismo y otra la religión. No se puede criminalizar ninguna religión”.
La realidad es que de poco le sirvió la contestación de Sánchez a Abascal, pues volvió a la carga acusando al Ejecutivo de “patrocinar la inmigración ilegal con un sistema perverso de efecto llamada a través de las ayudas sociales, de complicidad del Gobierno con las ONG que colaboran con el tráfico de personas…”. Y ha añadido: “Diego Valencia seguiría vivo si no fuera por su culpa”.
