El cardenal arzobispo de Múnich y Frisinga, Reinhard Marx, ha presidido una eucaristía en recuerdo del papa emérito Benedicto XVI en el Liebfrauendom de Múnich. Una celebración a la que ha acudido representantes de las diferentes confesiones cristinas, así como del mundo de la política o la cultura. En este réquiem por el que fuerza arzobispo de la diócesis bávara, Marx lo definió como un “buscador de Dios” o un “teólogo apasionado”.
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“Quiero invitar hoy a todos a la oración, también a quienes han experimentado abusos y sufrimientos en el seno de la Iglesia”, propuso el cardenal consciente de las acusaciones de encubrimiento a las que ha tenido que enfrentarse recientemente Benedicto XVI respondiendo a un estudio del período comprendido entre 1945 y 2019.
Una gran obra teológica
Marx destacó la “gran obra teológica” del Papa emérito como un gran legado para todos. Además, alabó su búsqueda de la conexión entre razón y fe o su enseñanza de que “la celebración litúrgica es el centro y el latido de la Iglesia. La gente debe sentir: en la celebración se abre el cielo”. Benedicto XVI, señaló, estaba “lleno de confianza en que seguirá con nosotros” ya que “cuando alguien muere, no se va, sino que sigue con nosotros”.
El cardenal Marx acudirá junto a una delegación de unas 30 personas de la archidiócesis de Múnich a los funerales de Benedicto XVI en Roma este jueves, 5 de enero. Junto con el arzobispo, la delegación incluirá a representantes del Cabildo de la Catedral y del Consejo Diocesano de laicos Católicos, según ha informado la diócesis.
