Francisco: “La Navidad no desentona con la pandemia que estamos viviendo, porque es la fiesta de la ternura”

El Papa ha recibido hoy en el Palacio Apostólico a los participantes en la iniciativa ‘Concurso de Navidad’

El papa Francisco ha recibido hoy en el Palacio Apostólico a los participantes en la iniciativa ‘Concurso de Navidad’, organizada por la Fundación Pontificia Gravissimum Educationis y Misiones Don Bosco Valdocco. “Me alegra encontrarme con ustedes, ahora a las puertas del Adviento, el período que cada año nos introduce en la Navidad y su misterio”, ha dicho Francisco. “También este año sus luces se verán apagadas debido a las consecuencias de la pandemia”, ha reconocido. Sin embargo, precisamente por esto, “estamos llamados a cuestionarnos ya no perder la esperanza”.



“La fiesta del Nacimiento de Cristo no es discordante con respecto a la prueba que estamos viviendo, porque es por excelencia la fiesta de la compasión, la fiesta de la ternura”, ha afirmado el Papa. “Su belleza es humilde y está llena de calidez humana”, ha aseverado. Una belleza que, por otro lado, “se refleja en el intercambio de pequeños gestos de amor concreto” y que no es “alienante, no es superficial, no es evasivo”. Al contrario, “ensancha el corazón, lo abre a la gratuidad”.

Custodios de la belleza

Precisamente con este espíritu, como ha señalado el Papa, “hemos dado vida al Pacto Educativo Global, una amplia alianza educativa para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contrastes y reconstruir el tejido de relaciones para una humanidad más fraterna”. Asimismo, ha recordado que para alcanzar estos objetivos se necesita valentía: “La valentía de poner a la persona en el centro” y “ponerse al servicio de la comunidad”. “Se necesita valentía y también creatividad. Por ejemplo, has compuesto nuevas canciones navideñas y las has compartido para un proyecto más grande, un proyecto que cree en la belleza como una forma de crecimiento humano, para soñar juntos en un mundo mejor”, ha explicado.

En este sentido, Francisco ha recordado las palabras de San Pablo VI: “Este mundo en el que vivimos necesita la belleza para no caer en la desesperación”. “El don de un Dios que se hizo carne, el de los rostros —la belleza de los rostros—, la belleza de las historias; el de las criaturas que forman nuestra casa común y que, como nos enseña San Francisco, participan de la alabanza del Altísimo”, ha concluido, animando a los jóvenes a ser “custodios de la belleza”.

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