António Guterres: “La ONU está librando una carrera contra el tiempo para salvar vidas”

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres

El secretario general de las Naciones Unidas, António Manuel de Oliveira Guterres, ha repasado la situación mundial en plena pandemia por el coronavirus en las páginas de L’Osservatore Romano. Una entrevista en la que el líder mundial agradece al papa Francisco su apoyo en el llamamiento –realizado el pasado mes de diciembre– para que los países alcancen compromisos concretos frente a las injusticias.



Educación e igualdad

Compromisos que, incluso en plena pandemia, pasan movilizarse por “proteger mejor a las mujeres”, incluso los líderes religiosos condenando “inequívocamente todos los actos de violencia contra las mujeres y las niñas y que defiendan los principios fundamentales de la igualdad”. Para Guterres, la situación pide centrarse “en la alfabetización digital” a través de un esfuerzo de los medios “por informar y eliminar los contenidos racistas, misóginos o que puedan ser perjudiciales de cualquier modo”.

Y es que la información es clave en la pandemia. “Mientras lloramos las vidas perdidas por el virus, nos angustia el hecho que haya muchas más, especialmente en lugares menos capaces de hacer frente a una pandemia. Mirar hacia atrás para ver cómo se ha desarrollado la pandemia y la respuesta internacional será esencial. Pero en este momento la Organización Mundial de la Salud y todo el sistema de las Naciones Unidas están librando una carrera contra el tiempo para salvar vidas”, reafirma ante las crítica.

Urgencia de la solidaridad

En este sentido, muestra su preocupación por “la falta de solidaridad adecuada con los países en desarrollo, tanto para proporcionarles lo que necesitan para responder a la pandemia de COVID-19 como para hacer frente a las dramáticas repercusiones económicas y sociales en los más pobres del mundo”. Para ello, ha anunciado un plan de “7.600 millones de dólares para las poblaciones más vulnerables, incluidos los refugiados y los desplazados internos” de los que ya se han conseguido mil.

“Las redes de distribución de las Naciones Unidas se han puesto a disposición de los países en vías de desarrollo, con millones de equipos de prueba, respiradores y mascarillas quirúrgicas que llegan ahora a más de cien países”, informa. Para el secretario, “la colaboración y la contribución de todos los Estados –incluidos los más poderosos– es esencial no sólo para combatir la Covid-19, sino también para hacer frente a los desafíos de la paz y la seguridad que se presentan. También son esenciales para ayudar a crear las condiciones para una recuperación efectiva en el mundo desarrollado y en aquel en vías de desarrollo”.

Ante esto, “la fragilidad de los esfuerzos mundiales coordinados se pone de relieve por nuestra falta de respuesta a la crisis climática, por el creciente riesgo de proliferación nuclear, por nuestra incapacidad de unirnos para regular mejor la red. La pandemia debe ser una llamada de alerta Las mortíferas amenazas mundiales exigen una nueva unidad y solidaridad”, advierte. Y es que “la pandemia está sacando a la luz las desigualdades en todas partes. Desigualdades económicas, desigualdad en el acceso a los servicios sanitarios y mucho más. El número de pobres podría crecer en 500 millones, el primer aumento en 30 años”. “La recuperación de la pandemia ofrece oportunidades para llevar al mundo por un camino más seguro, saludable, sostenible e inclusivo”, confía.

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