Encuentro Vida Nueva: “El abuso sexual es el Everest de todos los traumas”

  • Carlos Osoro y Luis Alfonso Zamorano reflexionan sobre el acompañamiento a las víctimas
  • “Cuando los hombres de Iglesia lo tapamos no estamos cumpliendo la misión del Señor”, recalca el cardenal
  • “Todo abuso es grave, pero el de un sacerdote más, porque es el representante de Dios”, dice el misionero

Encuentro Vida Nueva Abusos

“El abuso sexual es el everest de todos los traumas”. Palabra de Luis Alfonso Zamorano, misionero del Verbum Dei y especialista en acompañamiento, que junto al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, han protagonizado el ‘Encuentro Vida Nueva ¿Cómo acompañamos a las víctimas de abusos?’ con motivo del lanzamiento del nuevo libro del sacerdote, ‘Ya no te llamarán abandonada’ (PPC).

Zamorano ha recalcado, ante los asistentes al acto celebrado en el Auditorio del Banco Sabadell de Madrid, que todo abuso es “grave”, pero “por parte de un sacerdote aún más, porque es el representante de Dios. Cuando abusa de ti tu padre, puedes acudir a Dios… Y cuando lo hace un cura, ¿a quién acudes?”, se ha preguntado antes de recordar las palabras que le escuchó a una víctima: “Jesús estuvo en la cruz y tuvo allí a su madre. Yo he estado en mi cruz y no he tenido a mi madre, la Iglesia”.

Por su parte, Osoro, quien ha confesado haberse leído el libro hasta en cuatro ocasiones, ha reivindicado la necesidad de la escucha: “La Iglesia tiene que escuchar y tener el protagonismo de querer escuchar”. Y ha continuado con determinación: “No hay ninguna justificación en la Iglesia para que esto esté pasando”.

El abuso y Bartimeo

El purpurado ha confesado que al releerlo la segunda vez, se le vino a la cabeza el pasaje del ciego Bartimeo, quien le pedía a Jesús recuperar la visión para dejar de sufrir. “A las víctimas hay que acercarse y ‘perder tiempo’ para lograr que hablen”, ha señalado.

El encuentro ha sido moderado por José Beltrán, director de Vida Nueva, quien ha recordado la ‘Jornada sobre Abusos de Poder, Conciencia y Sexual’ organizado por CONFER, de la mano con la Conferencia Episcopal y Escuelas Católicas el pasado 29 de mayo. Sobre el libro, el periodista ha subrayado que “se queda corto”, pero “en el buen sentido”, porque “aunque es un manual indispensable, no recoge toda la triste experiencia” que, desgraciadamente, ha vivido el autor junto a las víctimas.

Para Osoro, el libro representa perfectamente “la envergadura del drama de los abusos sexuales desde una mirada humanizadora, porque es fundamental abrir caminos de esperanza para todos los que están implicados, y el libro irradia luz en esta oscuridad”. Asimismo, ha querido subrayar el “valioso” trabajo que en este sentido están realizando las congregaciones religiosas.

Gracias a quienes “sanan los dolores”

Al mismo tiempo, ha agradecido a quienes luchan por “sanar los dolores de la infancia”. A lo que ha invitado a sumarse a toda la Iglesia, ya que “debemos hacer siempre la misma pregunta: ‘¿Qué quieres que haga por ti?’”. Y es que “Jesús nos ha dado la misión de curar a los hombres, no de vivir en la mentira”. “Cuando los hombres de Iglesia lo tapamos –ha continuado–, no estamos cumpliendo la misión del Señor y nos estamos hiriendo a nosotros mismos”.

Abrumado por las cuatro lecturas de su libro por parte del cardenal, Zamorano ha dicho que espera que sea por el interés y no por la dificultad de entenderlo, y ha remarcado que “hagamos lo que hagamos nunca va a ser suficiente”. “¡Nunca!”, ha aseverado. A la vez ha criticado los comentarios ofensivos de algunas personas, que “solo contribuyen a revictimizar a las víctimas”. Y ha añadido: “Si no les entendemos, no les honraremos nunca”.

El misionero ha explicado que con el libro pretende hacer “un grito de esperanza”, pero “tenemos que llegar a tiempo, porque de nuestras medidas depende”, ha recordado. Y entre esas medidas no está “indemnizar a una víctima y luego hacerle un homenaje a su victimario”, ha criticado.

“El abusador te lava el cerebro”

Durante su alocución, Zamorano ha explicado lo que él llama el ‘síndrome del hechizo’. Y es que “el abusador te lava el cerebro, manipula conciencias y evita que pienses nada malo sobre ellos”. Por eso, es tan importante que cuando una víctima se atreve a dar el paso, se le crea. “A todo el que se encuentre con un caso, solo le digo una cosa: cree a la persona, porque cuando alguien se atreve a decir algo así tiene mucho más que perder, que ganar”. “No minusvaloremos ningún abuso”, ha pedido.

Por su parte, el cardenal ha pedido huir de las lamentaciones. “No basta con decir que lo que ha pasado es intolerable, porque estamos adentrados en una cultura del abuso y eso hay que cambiarlo. ¡Ni abuso, ni encubrimiento!”, ha remarcado.

El misionero del Verbum Dei ha querido acabar con una mirada a la esperanza, porque él ve este momento “clave” para acabar en la Iglesia con el clericalismo. “Estamos ante una gran oportunidad para hacer una revisión de nuestra eclesiología”, ha finalizado.

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