Pepa Torres y Patuca Fernández: “Los cristianos tenemos que forzar los derechos del migrante”

“Cuando una administración nos dice que no se puede forzar más, los cristianos tenemos que forzar para que se haga algo más”. Es el grito que lanzó Pepa Torres al auditorio participante en las IV Conversaciones PPC sobre la cuestión migratoria, organizada en colaboración con el Instituto Superior de Pastoral en el colegio mayor MARA, de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia.

“Si un vecino o una parroquia, puede acoger, ¿Por qué no una administración? No podemos trabajar para suplir, sino para que el Estado no se lave las manos”, reflexionó la religiosa de la congregación Apostólicas del Corazón de Jesús Pepa Torres Pérez que entrega su vida en el barrio de Lavapiés a favor de los extranjeros del barrio.

Las causas estructurales

Desde su experiencia reclamó que “como comunidades cristianas, tenemos que convertir nuestra mirada para descubrir las causas estructurales y eliminar la mirada victimista del migrante, que en el fondo es fruto de una mirada occidental colonialista”.

“No basta solo con dar solo clase de español, si permitimos las devoluciones en caliente o que sigan abiertos los CIE”, apuntó para explicar que “un mantero no es un criminal ni un violento, sino un pescador que huyó de Senegal cuando se vinieron abajo los acuerdos con España”.

A su llamamiento se sumó Patuca Fernández, abogada de La Merced-Migraciones y vinculada al centro pastoral de San Carlos Borromeo. Juntas protagonizaron un conversatorio en el que reclamaron a los cristianos que no bajen la guarida para reivindicar políticas sociales.

Lucha transversal

“Tenemos que transversalizar las luchas. Las comunidades en movimiento protegen a los más pequeños”, expuso Fernández que apuntó cómo “gran parte del problema es la ley de extranjería, porque es profundamente ilegal, groseramente inmoral e incluso criminal”.

“Vivimos en la sociedad más amurallada de la historia, tenemos más muros que en la Edad Media”, criticó, al que unió otra demanda: “Europa ha declarado una guerra contra personas desarmadas y los muertos siempre los pone el Sur. Pero yo estoy convencida de que en la salvación de esta Europa decadente que se mueve en una niebla moral, vendrá del Sur”.

El chivo expiatorio

“Las políticas neoliberales y no los migrantes son los responsables de la crisis del bienestar”, completó Torres, que advirtió de que “nos están inoculando que la migración es el chivo expiatorio de nuestros males cuando no es así”.

Pese a todo esto, ambas coincidieron en que “seguimos creyendo en Dios, porque así nos lo muestran estos hombres y mujeres en su lucha por la supervivencia”. “La encarnación de Dios es verdad y toma el cuerpo de un migrante y un refugiado”, concluyeron.

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