Las nuevas generaciones son el gran desafío de la Pastoral Urbana en México

“Hay que hablar más en el lenguaje del cuerpo y menos en el lenguaje del alma, porque el cuerpo es el camino para expresar el amor y los valores del Evangelio”, dice un experto

El gran desafío para la Iglesia católica en México es la atención a la juventud mediante un grupo de acciones que deben surgir desde el replanteamiento de la estructura misma de la Iglesia para conectarse con las nuevas generaciones. Esta fue una de las conclusiones a las que se llegó en el Primer Encuentro Continental de Pastoral Urbana que tuvo lugar recientemente en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

En entrevista para Vida Nueva, el Coordinador de Pastoral Urbana de la Arquidiócesis de México, el sacerdote Eloy Díaz, aseguró que es una realidad que las personas entre los 18 y 35 años de edad, ya no se acercan a la iglesia, y la transmisión de la fe, tal y como las generaciones anteriores la aprendieron, se ha roto.

La católica, una opción entre muchas

La Pastoral Urbana juega un papel fundamental en este desafío. Se trata de un conjunto de acciones que no deben entenderse como una estrategia más, “sino como algo completamente inédito que se debe replantear desde la estructura misma, desde la teología misma, para poder evangelizar a las grandes ciudades”.

“Para quienes trabajamos en esta pastoral –explicó el padre Díaz- es un reto conectarnos con las nuevas generaciones. Los jóvenes de ahora tienen otro tipo de criterios, valores e intereses, y otra manera de concebir la religión, por lo que el desafío más importante es la evangelización de las nuevas generaciones”.

El sacerdote reconoció que esto llevará tiempo, toda vez que implica un cambio de mentalidad: “sobre todo de quienes somos obispos, sacerdotes o laicos, y estamos programados con un esquema de cristiandad que duró siglos; un esquema muy hecho, muy irrompible; entonces nos va a costar trabajo plantearnos una forma distinta de hacer pastoral en la ciudad”.

Sin embargo, consideró que es necesario hacerlo “porque somos ya una opción religiosa en medio de muchas otras, y si nosotros no hacemos ese cambio, y no nos esforzamos por el mismo, indudablemente que la Iglesia católica ya no será lo que ha sido”.

En este sentido –añadió– es necesario “seguir promoviendo los valores del Evangelio en la sociedad moderna y organizarnos e inventar nuevas estructuras y maneras de evangelizar en la ciudad”.

Ciudades con diversos matices

El padre Eloy Díaz, uno de los organizadores del Primer Encuentro Continental de Pastoral Urbana, explicó que durante el encuentro, quedó claro que cada ciudad tiene sus propios matices, acentos y características. “La Ciudad de México, por ejemplo, que es la más grande de América Latina, tiene peculiaridades que no están presentes en otras ciudades de nuestro país o de Latinoamérica”.

En el encuentro –en el que participaron casi mil personas, la mayoría de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey– se abordó la necesidad de generar un cambio de paradigmas teológicos, eclesiológicos y antropológicos.

“Además –como dice el papa Francisco– necesitamos una conversión mental y pastoral para que podamos responder mejor, e indudablemente la Iglesia tiene que ser más misionera, lo que significa ya no estar solamente dando servicios adentro, sino, sobre todo, salir y evangelizar, es decir, seguir promoviendo los valores del Evangelio en la sociedad moderna en la que vivimos”.

Dijo también que debido a que la gente ya no va a los templos, “es necesario trabajar más en la ciudad, en las calles y en los ambientes donde las personas viven, pues éstas luchan todos los días para encontrar a Dios ahí”.

El paradigma teológico –agregó– es que Dios no solamente lo encontramos en los templos o en los sacramentos, sino sobre todo lo encontramos en la vida y lo encontramos en la ciudad”.

“Es como el nuevo paradigma de las juventudes. Entonces hay que hablar más en el lenguaje del cuerpo y menos en el lenguaje del alma; y el cuerpo es el camino para tejer las relaciones humanas, para expresar el amor y los valores del Evangelio desde ese nuevo paradigma, que no es sólo buscar el espíritu, sino buscar el cuerpo como el medio fundamental para la evangelización en esta nueva época”, concluyó.

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