Recuperar una vivienda digna

En Talagante, 35 nuevos hogares se suman a varios cientos que antes recibieron apoyo de organismos de la Iglesia chilena por daños de terremotos
ROBERTO URBINA AVENDAÑO

A 55 kilómetros del oeste de Santiago está Talagante, una ciudad muy golpeada por las terromotos. Allí, 35 familias volvieron a sentir el calor del hogar. Es que recibieron las llaves de sus nuevas viviendas, levantadas con el apoyo técnico y legal de Caritas de Melipilla, a partir de un proyecto colectivo de esas familias que compraron el terreno y optaron por el subsidio del Estado para su construcción.

talagante-obisEl obispo local, Cristián Contreras, bendijo las viviendas y expresó a las familias allí presentes: “Quiero unir a la alegría de las familias que tienen su casa propia, la compañía de tantos agentes pastorales de la parroquia y del obispado, que por años han acompañado ese maravilloso proyecto, así como también agradecer a las autoridades civiles, especialmente al gobernador de Talagante, al alcalde de la comuna y a tantas otras autoridades que también se comprometieron con este proyecto y han acompañado a las familias”.
El pastor chileno destacó también la religiosidad de la gente, en esta oportunidad expresada en que las llaves tenían una imagen del Señor o de la Virgen. “Eso les recordará que siempre están bajo su protección”, expresó el obispo.

Una larga lucha
Ruth Contreras Silva, dirigente del Comité de viviendas expresó su alegría: “Tener mi casa bendecida me entrega seguridad, siento que nunca se ha vivido una ceremonia tan bonita como esta con la presencia de monseñor Contreras, quien bendijo mi casa. Me siento feliz de tener nuestra casa propia junto a mi familia. Como dirigente de esta bonita organización, y después de 10 años, me siento feliz de haber cumplido el sueño de tantas familias y el mío propio”.

gal-talagante-01Por su parte, Mercedes Cerda Silva, también dirigente del Comité agregó: “Siento una alegría inmensa, porque fueron más de 9 años de espera… fue una larga lucha y aunque queda proceso aun, tener ya la habitabilidad es un gran logro. Agradezco especialmente al obispado de Melipilla y a tantos que nos han ayudado”.
Varias diócesis del país han desarrollado programas de apoyo a familias para la construcción de sus viviendas, apoyo generalmente referido a asuntos legales, técnicos o de tramitación para acceder al subsidio del Estado.
Una experiencia destacada ha sido la Fundación San José de La Dehesa, constituida con fondos de los monjes trapenses que vendieron los terrenos donde tenían su monasterio –en lo que había sido un lugar alejado de Santiago y hoy la ciudad llegó hasta allí–, y se trasladaron a un lugar enclavado en la precordillera, a pocos kilómetros al sur de Santiago, en la diócesis de Rancagua. Esto permitió constituir un fondo manejado financieramente para dar rentabilidad y así poder financiar programas de viviendas para organizaciones o grupos de familias, en varias ciudades del país. Fueron varios cientos, tal vez algunos miles, de viviendas construidas en sectores populares y rurales con el respaldo de esta Fundación, a través del fortalecimiento de sus propias organizaciones que tenían un importante rol en el desarrollo de esos proyectos.

Procesos de calidad
Otra experiencia surgió en la diócesis de Talca después del terremoto de 1985, el cual dejó a varios miles de familias sin poder habitar en sus viviendas que quedaron destruidas, en mal estado o en grave peligro de derrumbe. Además, a pocos meses de ese terremoto, esa zona vivió una gran inundación en un territorio extenso, la que dejó a muchas de estas familias sin vivienda por segunda vez y sumó a otras nuevas a la calle.Illapel
La Fundación CRATE empezó un programa de apoyo para quienes habían perdido, en menos de un año, dos veces sus casas. Ese programa, al poco tiempo se institucionalizó y dio lugar al Área de Gestión y Desarrollo Habitacional la que se transformó en una Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS), reconocida por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con el cual trabajo en conjunto. Para ello formula, desarrolla y ejecuta proyectos tendientes a satisfacer las necesidades de habitabilidad en particular de las familias más vulnerables de los sectores urbanos y rurales de la Región del Maule, vinculándose con organismos públicos y privados. Su objetivo es promover la satisfacción de las necesidades habitacionales, desarrollando procesos de calidad con las familias, orientando y acompañando, e integrando el fortalecimiento familiar, organizacional y comunitario.

Para esta Fundación, entregar una solución habitacional va más allá de la entrega material del inmueble. Ofrecen un servicio integral entregando oportunidades para surgir, acompañando los procesos familiares, organizacionales y comunitarios para que estas familias mejoren su vida y cuenten con soluciones habitacionales de calidad y acordes a su realidad local.
Con ocasión del terremoto de febrero del 2010, apoyándose en la larga experiencia acumulada, CRATE diseñó una casa de madera mejor que las pequeñas casas entregadas por el gobierno como ayuda de emergencia. Incluía instalación térmica, dos dormitorios, sala de estar y otras dependencias. Se entregaron 300 de estas casas que podían ser armadas por los propios damnificados con ayuda de profesionales de la Fundación CRATE. Al mismo tiempo, la Fundación se integra a programas del Estado para la reconstrucción de viviendas familiares contribuyendo a que cientos de familias puedan recuperar una vivienda donde habitar.

 


Terremotos en Chile
Chile vive con demasiada frecuencia la inclemencia de los terremotos. La historia reciente de los programas de vivienda reseñados tiene su origen en dos grandes terremotos anteriores. Por esto, Caritas Chile ha establecido un programa permanente de apoyo a la habitabilidad. En estos días, a través de ese Programa, se está colaborando en varias diócesis, especialmente del norte del país.
En la diócesis de Illapel se está apoyando a 50 familias que quedaron sin vivienda después del terremoto de septiembre del año.
Falta poco para que se concluya el programa y las familias participantes muestran orgullosas los avances que han realizado. Ramona Aguilera, de San Agustín en la comuna de Salamanca, agradeció la ayuda recibida: “Yo no habría podido realizar los arreglos por mi cuenta, porque no tenía los medios”. Por su parte, Amable Pérez, de Canela, señala: “Con los materiales que nos entregaron, hicimos una ampliación que nos permite tener más espacio para dormir”.
gal-talagante-03Ese mismo terremoto, agravado por un tsunami, en la ciudad de Coquimbo, al norte de Santiago, dejó también muchos damnificados atendidos por el mismo programa de Caritas Chile que recibe aportes de Catholic Relief Service (CRS), de los Estados Unidos, Caritas Italia y la campaña nacional Por una Patria Solidaria en todas las diócesis del país.
Alicia Aguirre Lobos, una participante en el programa, comentó: “Me ha servido harto esta cooperación de Caritas Chile, me sirvió para arreglar el piso, para pintar y arreglar el techo. Estoy feliz, porque en la tragedia tenía un metro de agua en mi casita y ahora ya está casi terminada”. Otra beneficiada, Jessica Aguirre Arancibia, se mostró agradecida y satisfecha de la ayuda recibida: “Los materiales que me faltaban para la reconstrucción, hacer un portón porque el muro se cayó, las paredes, pinturas. Fue una ayuda valiosa porque llegó en el momento que tenía que llegar”, sostuvo.
En un país de terremotos frecuentes los organismos de solidaridad han tenido que incorporar equipos y programas estables para apoyar a organizaciones y familias a recuperar una vivienda digna donde vivir.

 

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