El Encuentro de Taizé en Valencia espera a 15.000 jóvenes de toda Europa

La diócesis y el Ayuntamiento se movilizan para ultimar la cita, que comenzará el 28 de diciembre

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Reunión preparatoria de los 150 grupos locales

JOSÉ RAMÓN NAVARRO (VALENCIA) | Las dos enormes carpas instaladas en el antiguo cauce del río Turia son uno de los signos externos más evidentes del próximo Encuentro Europeo de Taizé, que comenzará en Valencia el 28 de diciembre. Con una capacidad para 6.000 personas, la más grande, y 4.000 la más pequeña, serán, junto con la catedral, el centro neurálgico del encuentro, que espera reunir durante cinco días a 15.000 jóvenes de más de veinte países europeos.

Mientras en el río se montaba la última carpa, representantes de los 150 grupos locales de preparación del encuentro se reunían los pasados días 19 y 20 de diciembre con miembros de la Comunidad Ecuménica de Taizé –fundada en el año 1940 por el hermano Roger Schutz– para planificar los últimos detalles del evento. En la agenda, la preparación de las oraciones y los talleres sobre fe, solidaridad, arte y cultura, así como buscar alojamiento en familias a los últimos peregrinos inscritos.

Según ha señalado a Vida Nueva el presidente de la comisión diocesana de Infancia y Juventud, Óscar Benavent, aunque al principio “costó un poco” movilizar a la diócesis, en esta recta final se “han puesto las pilas en la preparación del encuentro” y se está viviendo con “muchísima ilusión y esperanza”. Buena prueba de ello es la reacción de las parroquias para conseguir familias que acojan a los jóvenes.

Así, el 2 de diciembre apenas se contaba con alojamiento para 5.000 participantes, pero tras un llamamiento de la organización, la respuesta de los valencianos fue “masiva y espectacular” hasta completar la acogida para 15.000 personas en apenas tres semanas. Las familias acogedoras son vecinos de la capital valenciana o de localidades situadas en un radio de 30 kilómetros, y “solo tienen que ofrecer a los participantes que alojen un desayuno sencillo y dos metros cuadrados de superficie donde extender su esterilla y su saco de dormir”, según la organización.

Para el desarrollo del evento se han movilizado unas 150 parroquias y un millar de voluntarios locales, a los que se sumarán otros mil provenientes de diversos países de Europa que llegarán dos días antes. La llegada masiva de peregrinos está prevista para el día 28, cuando serán acogidos en las familias. A partir de ahí, realizarán diversas actividades, tanto en las parroquias como en diversos lugares de la ciudad, donde alternarán momentos de oración con talleres sobre fe, solidaridad, arte y cultura, que estarán abiertos a todas las personas que quieran participar, aun no estando inscritas. El encuentro finaliza el 1 de enero, tras una vigilia de oración la noche anterior.

El inesperado apoyo de Compromís

El evento también cuenta con el inesperado apoyo del alcalde de la ciudad, Joan Ribó (Compromís), quien a principios de mes visitaba el centro de preparación del evento eclesial. Tras la visita, Ribó confesó que para él era “un orgullo personal que Valencia sea la sede de un encuentro como este” y recordó que, cuando era joven, participó en actos similares. El alcalde destacó el carácter ecuménico de la cita y subrayó “la importancia de establecer vínculos entre todas las formas de entender la religión, incluso con aquellas personas que no creen en ninguna”.

Ribó señaló la importancia de este acercamiento “en un momento en el que las tensiones religiosas en algunos lugares son terribles”, y reiteró que “todo lo que se haga a favor de la paz y para buscar vías de encuentro y diálogo es importante”. Un respaldo significativo, si se tiene en cuenta que, hace unas pocas semanas, el alcalde había invitado a “jubilarse” al cardenal Antonio Cañizares o que había sido acusado por entidades católicas de esconder símbolos cristianos en el cementerio y el tanatorio municipal.

En el nº 2.970 de Vida Nueva

 

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