15 frases de Juan Pablo II en Cuba (21-25 de enero de 1998)

Juan Pablo II con niños en una eucaristía en Cuba enero 1998

Juan Pablo II con niños en una eucaristía en Cuba enero 1998

1. “Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba”.

2. “Con la confianza puesta en el Señor y sintiéndome muy unido a los amados hijos e hijas de Cuba, agradezco de corazón esta calurosa acogida con la que se inicia mi visita pastoral, que encomiendo a la maternal protección de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre”.

3. “Agradezco el cordial testimonio de fidelidad, expresión de vida del alma cubana y sobre todo por haber podido compartir con ustedes intensos momentos de oración y de reflexión en las celebraciones de la Santa Misa en Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba y aquí en La Habana”.

4. “Agradezco a mis hermanos obispos de Cuba por los esfuerzos y la solicitud pastoral con la que han preparado tanto mi visita como la misión popular que la ha precedido, cuyos frutos inmediatos se han puesto de manifiesto en la calurosa acogida dispensada, y que de alguna manera debe tener continuidad”.

5. “Como sucesor del apóstol Pedro y siguiendo el mandato del Señor, he venido como mensajero de la verdad y de la esperanza a confirmarlos en la fe y dejarles un mensaje de paz y reconciliación en Cristo”.

6. “Las naciones, y especialmente las que comparten el mismo patrimonio cristiano y la misma lengua, trabajen eficazmente por extender los beneficios de la unidad y la concordia por aunar esfuerzos y superar obstáculos para que el pueblo cubano mantenga relaciones internacionales que favorezcan siempre el bien común”.

7. “La Iglesia nos llama a todos a encarnar la fe en la propia vida como el mejor camino para el desarrollo integral del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios y para alcanzar la verdadera libertad que incluye el reconocimiento de los derechos humanos y la justicia social”.

8. “El Estado debe promover un sereno clima social y una legislación adecuada que permita a cada persona y a cada confesión religiosa vivir libremente su fe, expresarla en los ámbitos de la vida pública y contar con los medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional sus riquezas espirituales, morales y cívicas”.

9. “La Iglesia es Maestra de humanidad, por eso frente a estos sistemas presenta la cultura del amor y de la vida, devolviendo a la humanidad la esperanza del poder transformador del amor vivido y la unidad querida por Cristo. Por ello hay que recorrer un camino de reconciliación, de diálogo y acogida fraterna del prójimo en todo el mundo”.

10. “No podemos detenernos ante las dificultades ni incomprensiones. Si la invitación del Maestro a la justicia, al servicio y al amor es acogida como buena nueva, entonces el corazón se ensancha, se transforman los criterios y nace la cultura del amor y de la vida, este es el gran cambio que la sociedad necesita y espera”.

11. “Estoy en medio de ustedes como mensajero de la paz y la esperanza, por eso quiero repetir mi llamado a dejarse iluminar por Jesucristo y aceptar sus enseñanzas y el esplendor de su verdad para que todos puedan emprender el camino de la unidad por medio del amor y la solidaridad evitando la exclusión, el aislamiento y el enfrentamiento”.

12. “Que el Espíritu Santo ilumine con sus dones a quienes tienen diversas responsabilidades sobre este pueblo que llevo en el corazón y que la Virgen de la Caridad de El Cobre, reina de Cuba, obtenga para sus hijos los dones de la paz, del progreso y de la felicidad”.

13. “Cuando sufre el alma de una nación, ese dolor debe convocar a la solidaridad, a la justicia y a la construcción de la civilización de la verdad y del amor”.

14. “La historia enseña que sin fe desaparece la virtud, los valores morales se oscurecen, no resplandece la verdad, la vida pierde su sentido hacia el bien y aun el servicio a la nación puede dejar de ser alentado por las motivaciones más profundas”.

15. “Queridos cubanos, llevo conmigo un recuerdo imborrable de estos días y una gran confianza en el futuro de su patria. Constrúyanlo con ilusión, guiados por la luz de la fe, con el vigor de la esperanza y la generosidad del amor fraterno, capaces de crear un ambiente de mayor libertad y pluralismo, con la certeza de que Dios los ama intensamente”.

 

ESPECIAL FRANCISCO EN CUBA Y ESTADOS UNIDOS:

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