La “falsa” partida presupuestaria del Estado a la Iglesia

La CEE quiere visibilizar que se financia gracias a los contribuyentes y que no recibe ni un céntimo del Estado

Una religiosa y dos voluntarias atienden un comedor social en Valencia

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RUBÉN CRUZ | La Iglesia no recibe dinero del Estado, sino de los ciudadanos. Esta premisa es la que la Conferencia Episcopal Española (CEE) quiere dejar clara de una vez por todas. La institución que preside el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha insistido en numerosas ocasiones en que solo se financia con las aportaciones de sus fieles, con la gestión de sus propios recursos y con la asignación que los contribuyentes realizan año tras año con la declaración de la Renta.

Y es que en 2007 se puso en marcha el nuevo sistema de financiación que eliminaba toda partida procedente del Estado para la Iglesia, dependiendo exclusivamente de lo asignado de forma voluntaria por los españoles a través del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En concreto, el 26% de sus recursos provienen de las aportaciones por este concepto, y el restante 74%, de otros ingresos, según la Memoria de la Iglesia 2013, que se presentó el 11 de junio en Madrid.

El dinero que el Estado ingresa al año a la Iglesia alcanza un total de 159 millones de euros, repartidos en 12 mensualidades tal y como estipuló una orden ministerial de 1993. Es decir, 13,25 millones de euros mensuales. No obstante, esta aportación no la realiza el Estado motu proprio, sino que es un pago a cuenta que destina a la CEE para que esta puedn contar con el dinero que los contribuyentes han decidido que debe percibir.

Una Administración morosa

Según ha confirmado Vida Nueva, los obispos han solicitado al Gobierno equiparar esta asignación anual a un porcentaje de la cantidad percibida por la X el año anterior, pues así habría menos desfase entre lo pagado y el adeudo.

Sin embargo, ninguno de los ejecutivos de la democracia española ha accedido a esta petición de la CEE, puesto que de cara a la sociedad parecería que el Estado destina más dinero a la Iglesia.

Si se restan los 159 millones que la institución eclesial recibió a cuenta, en 2013 contaron con 87,91 millones de euros menos de lo que los ciudadanos decidieron aportar. Este montante adeudado por la Administración lo recupera la CEE una media de dos años más tarde, y sin ningún tipo de interés.

Los obispos también piden que la asignación que los ciudadanos hacen anualmente a la Iglesia deje de ser una partida presupuestaria, ya que no es ningún pago que proceda directamente del Estado. Por eso, la CEE considera que tendría más sentido que forme parte de la Memoria de la Agencia Tributaria.

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En el nº 2.945 de Vida Nueva

 

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