Siete cauces prácticos para vivir hoy la caridad

comedor social abarrotado de gente pobre

Ante el Día de la Caridad, una reflexión sobre esta expresión irrenunciable de nuestra fe

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VICENTE ALTABA GARGALLO, delegado episcopal de Cáritas Española | Cuando vamos a celebrar la fiesta del Corpus Christi (7 de junio) y, en ella, el Día de la Caridad, me viene a la memoria el saludo de Pablo a los cristianos de Tesalónica: “Debemos dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente y sigue aumentando el amor mutuo de todos y cada uno de vosotros” (2 Tes 1, 3). ¡Qué bonito saludo el de Pablo! Un saludo que tendríamos que hacer nuestro, pues poder dar gracias a Dios porque la fe crece vigorosamente y porque esa fe se manifiesta en el aumento del amor mutuo, en la caridad que crece en todos y cada uno de nosotros, tendría que ser nuestro empeño en el Día de la Caridad.

En la fiesta del Corpus Christi celebramos de manera pública y solemne, en el corazón de la Iglesia y en el espacio público de las plazas y calles de nuestras ciudades y pueblos, el gran “sacramento de nuestra fe”, como llamamos a la Eucaristía. portada Pliego Caridad expresión de nuestra fe 2943 mayo 2015

A la vez, recordamos con una campaña especial el “sacramento de la caridad”, del amor llevado hasta el extremo en la Eucaristía, como dirá Juan (Jn 13, 1), y expresado en la cotidianidad de nuestras relaciones humanas y, de una manera muy especial, en el amor a los más pobres y excluidos. Y esto para que así nuestra fe crezca vigorosamente y siga creciendo también entre nosotros el amor. Para que en la Eucaristía descubramos sacramentalmente el rostro de los hermanos, y en los hermanos, especialmente en los más pobres, descubramos el rostro encarnado del Señor.

Para contribuir a ello reflexionaremos en la primera parte de este Pliego sobre el binomio fe-caridad, un binomio que nos hace descubrir que la caridad es expresión irrenunciable de nuestra fe. En la segunda parte, intentaremos señalar algunos cauces concretos que nos ayuden a descubrir las muchas y serias posibilidades que tenemos de expresar hoy nuestra fe en el ejercicio de la caridad, más allá de la colecta especial que ese día se hará en nuestra comunidad.

1) Fe y caridad mutuamente se explican y se necesitan

  • La fe es respuesta a Dios, conocido como Amor.
  • La fe crece cuando se vive como experiencia de amor.
  • La fe actúa por la caridad.
  • La relación entre fe y caridad es tan estrecha que mutuamente se verifican.

2) Cauces prácticos para vivir hoy la caridad

  • 1. Tener ojos abiertos para ver y oídos atentos para escuchar.
  • 2. Apostar con decisión por los más débiles y pobres.
  • 3. Ayudar al otro a desarrollar todas sus capacidades y potencialidades.
  • 4. Trabajar por la justicia y transformar las estructuras que generan pobreza.
  • 5. Repensar la solidaridad en clave de comunidad y defensa de derechos.
  • 6. Practicar la misericordia.
  • 7. Denunciar la idolatría del mercado y dar paso a una economía compasiva e inclusiva.

¿Qué has hecho con tu hermano?

En nombre de Cáritas, te invito a celebrar con hondura el Día de la Caridad. La campaña de este año nos hace una pregunta incómoda, pero necesaria: “¿Qué has hecho con tu hermano?”. Y no podemos responder con la pregunta de Caín: “¿Soy acaso guardián de mi hermano?”. Esta es una pregunta homicida que tiene que interpelarnos porque nos hace cómplices de lo que en nuestro mundo está pasando.

La respuesta está en la propuesta de Cáritas: “Ama y vive la justicia”. Una propuesta inseparable de nuestra fe y con muchos cauces de realización, como hemos intentado abrir en esta reflexión. Pero, si necesitas más, te recomiendo la lectura de La Iglesia, servidora de los pobres, la instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española, en la que encontrarás muchos más cauces para el ejercicio de la caridad y tu compromiso social.

Lo importante es que el Día de la Caridad nos motive a trabajar con esperanza en favor de los pobres y que lo hagamos creyendo en la fuerza revolucionaria de la ternura y siendo signos de la acción liberadora de nuestro Dios: el Dios que ama la justicia y la sobrepasa con la misericordia.

Pliego íntegro publicado en el nº 2.943 de Vida Nueva. Del 30 de mayo al 5 de junio de 2015

 

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