Víctimas españolas

En el genocidio ruandés, también sacerdotes, cooperantes y religiosos españoles perdieron la vida

Calaveras en  el Memoria Ntarama del Genocido (2002).

Calaveras en el Memoria Ntarama del Genocido (2002).

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ SOTO | El padre Joaquim Vallmajó llevaba más de dos décadas en Ruanda. El genocidio de 1994 le sorprendió en su parroquia de Kageyo (diócesis de Byumba), en el norte del país, una zona que llevaba ya varios años bajo el control de los rebeldes tutsis del Frente Patriótico (FP), hoy en el poder, cuyas matanzas había denunciado repetidas veces. El 26 de abril de ese año fue detenido y fusilado, sin que hasta la fecha nadie haya informado de qué hicieron con su cadáver.

El 10 de junio de 2000, otro sacerdote español, Isidro Uzkudun [ver memoria 2012 de la fundación que lleva su nombre], fue asesinado a tiros por hombres uniformados que se presentaron en la oficina de su parroquia de Mugina. El religioso, sacerdote fidei donum de la Diócesis de San Sebastián, llevaba 35 años en Ruanda y también se había distinguido por sus constantes denuncias de casos de abusos contra los derechos humanos por parte de las autoridades.

Estos dos casos, junto con el de otros tres cooperantes españoles también muertos a tiros por soldados del actual gobierno, y cuatro religiosos maristas abatidos por soldados ruandeses en Bukavu (República Democrática del Congo) en 1996, formaron parte de un auto del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien apoyándose en el principio de la justicia universal, investigó las matanzas del FP y en 2008 emitió órdenes internacionales de arresto contra 40 altos cargos del Gobierno y del Ejército de Ruanda.

Con el cambio de legislación sobre la justicia universal introducido hace pocos meses por el actual gobierno del Partido Popular, el esclarecimiento de estos casos no ha podido prosperar y se teme que los responsables que dieron las órdenes de acabar con sus vidas nunca comparezcan ante ningún tribunal.

En el nº 2.898 de Vida Nueva

 

INFORMACIÓN RELACIONADA:

 

LEA TAMBIÉN:

Compartir