Un curso de cambios y viejos desafíos para la CEE

La crisis, la enseñanza y los relevos en la cúpula episcopal española marcan el nuevo curso

Obispos en la plenaria de abril de la Conferencia Episcopal

FRAN OTERO | El verano y las vacaciones se acaban. Vuelve Vida Nueva. A la vuelta de la esquina está un nuevo curso, que para la vida eclesial en España estará marcado fundamentalmente por los cambios en la cúpula episcopal y por viejos retos. Cronológicamente, aquello que marca la ya definitiva puesta en marcha del curso 2013-2014 será la vuelta al cole de niños y jóvenes, un nuevo año escolar que destacará por la próxima aprobación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

Al igual que la educación, son muchos otros los asuntos que habrá que recuperar a lo largo de los próximos meses. Por ejemplo, habrá que esperar para ver cómo queda la Iglesia en la Ley de Transparencia que ha promovido el Gobierno de Mariano Rajoy, a la que la CEE ya ha respondido con buena predisposición, o si, al fin, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, reforma la ley del aborto.

Sin embargo, la cuestión pendiente y urgente que más preocupa a la Iglesia sigue siendo la crisis económica y las consecuencias que está teniendo en la población.

Pocos días después de que comience este curso, tendrá lugar el gran evento eclesial de este año en España: la beatificación de 522 mártires del siglo XX, que se realizará en Tarragona el próximo 13 de octubre presidida por el cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato.

Este hito, organizado en el marco del Año de la fe y que se incluye en el Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española, cuenta también con un mensaje ad hoc aprobado por los obispos en la Plenaria del pasado mes de abril y titulado Los mártires del siglo XX en España, firmes y valientes testigos de la fe. Será un reconocimiento a aquellos que murieron por la fe en Jesucristo y una oportunidad para presentarlos como modelo a todos los creyentes.

Una celebración que no va contra nadie –no es extraño que surjan polémicas–, como dijo el anfitrión y arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, en una entrevista en Vida Nueva (nº 2.854): “En una beatificación no condenamos a los verdugos”.

Madrid y Barcelona

A nivel mediático, tendrá gran repercusión el relevo en dos sedes episcopales de referencia en nuestro país: Madrid y Barcelona. Los cardenales Antonio María Rouco Varela y Lluís Martínez Sistach están a la espera de que el papa Francisco acepte su renuncia, presentada ya hace más de dos años. Dos nombramientos que pueden marcar el rumbo, y los líderes, de la Iglesia en España los próximos años.

Cambios que también llegarán a la CEE, pues a la elección de nuevo portavoz y secretario general –habrá un nuevo rostro tras diez años– en la próxima Asamblea Plenaria de noviembre, hay que añadir las elecciones de la reunión de obispos de primavera. Entonces, salvo cambios de fecha o adelantos, se elegirá nuevo presidente y vicepresidente. Se cerrará así la etapa de Rouco Varela como cabeza más visible en la Iglesia española.

Un curso de cambios y viejos desafíos, íntegro solo para suscriptores.

En el nº 2.860 de Vida Nueva

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