Los obispos catalanes reconocen “la legitimidad moral de todas las opciones políticas”

Nota de la Conferencia Episcopal Tarraconense ante las elecciones del 25 de noviembre

obispos de Cataluña reunidos en la Conferencia Episcopal Tarraconense

JORDI LLISTERRI. BARCELONA | Cuando queda poco más de un mes para elecciones las catalanas, el 25 de noviembre, los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) ha hecho públicas sus orientaciones ad hoc. La nota ha estado marcada en cierto modo por la referencia que la Conferencia Episcopal Española (CEE) hizo en su declaración sobre la crisis económica a los nacionalismos. Sin confrontar los argumentos, los obispos catalanes emitieron un comunicado en el que reconocen “la legitimidad moral de todas las opciones políticas”.

El calendario provocó que justo después de la Permanente de la CEE estuviera prevista, desde hace meses, una reunión plenaria de la CET. También coincidió que el adelanto electoral en Cataluña forzaba que en esa reunión se aprobara la nota que acostumbran a publicar ante las elecciones.

Como ya habían advertido algunas voces en la Permanente, y como sugerían las abstenciones, los obispos recibieron en Cataluña críticas por el juicio moral de la CEE ante el debate soberanista, al considerar que aterrizaba en terreno que no le era propio.

Es en este contexto en el que los obispos catalanes acordaron, por unanimidad, recordar los argumentos que tradicionalmente ha defendido la CET sobre las diversas propuestas políticas para articular la relación de Cataluña con el resto de España.

Respeto, paz y justicia

Así, en la nota, publicada el 5 de octubre, recuperaron un fragmento publicado hace un año en la carta pastoral Al servicio de nuestro pueblo. Una vez más, los obispos catalanes repitieron: “No nos corresponde a nosotros optar por una determinada propuesta a estos nuevos retos, pero defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos y que busquen con paciencia la paz y la justicia”.

La nota enumera aspectos como “el valor de la democracia, el diálogo y la voluntad de acuerdo, como formas de resolución de conflictos; el deber de todos, especialmente los gobernantes, de favorecer siempre el bien común como objetivo prioritario” o “la defensa de los derechos de las personas y de los pueblos, y el respeto a las minorías, como base irrenunciable de cualquier construcción política; el rechazo de toda actitud dirigida a atizar la división social o la violencia; la promoción de la paz y la fraternidad entre los hombres y los pueblos”.

En el nº 2.819 de Vida Nueva. Los obispos catalanes reconocen “la legitimidad moral de todas las opciones políticas”

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