Elías Royón: “La Vida Religiosa tiene una historia futura por construir”

El 2 de febrero se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada

(F. Otero) Un año más, llega el 2 de febrero, y con él la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, momento para celebrar el don de la Vida Religiosa y analizar su situación, tal y como lo pone de manifiesto en su mensaje para la ocasión el presidente de CONFER, el jesuita Elías Royón. Aunque el texto se articule en torno al lema de la jornada, Firmes en la fe, que coincide con el de la Jornada Mundial de la Juventud, Royón profundiza algunas ideas concretas, para lo que se apoya, a veces, en afirmaciones de Benedicto XVI.

En primer lugar, y justo después de reconocer que la jornada es una buena ocasión para el agradecimiento, lanza el primer mensaje, que expresa de la siguiente manera: “Los religiosos no sólo tenemos una historia llena de servicios extraordinarios a la evangelización, sino una historia futura por construir, con la que estamos comprometidos”.

Y, a renglón seguido, llega el segundo. Invita Royón a releer el agradecimiento de Benedicto XVI por el quehacer evangelizador de la Vida Consagrada. Dijo el Pontífice en su momento: “Deseo expresar mi vivo agradecimiento por lo que hacéis en la Iglesia y con la Iglesia a favor de la evangelización del hombre”.

Por todo ello, vuelve a parafrasear al Papa para decir que si la Vida Consagrada es un bien para la Iglesia, todos deben implicarse en ella. “También la pastoral que busca promover las vocaciones a la Vida Consagrada debe ser un compromiso sentido por todos: obispos, sacerdotes, consagrados y laicos”, señala.

Firmes en la fe

El presidente de CONFER centra la mayor parte de su mensaje en el lema de la Jornada, para apuntar que mantenerse firmes en la fe será “el desafío y el anhelo esencial” de la Vida Consagrada, o, en otras palabras, “permanecer arraigados en la roca que no se desmorona ni cede ante los vientos y tempestades”.

Un desafío a alcanzar para “ser signos de gratuidad y amor en una sociedad que corre el peligro de verse asfixiada en la confusión entre lo efímero y lo útil” y mantener “un compromiso efectivo por la justicia, la paz, la creación, la reconciliación entre los pueblos, construyendo puentes en medio de las divisiones de una sociedad fragmentada”.

En referencia a los jóvenes consagrados, recalca que su opción muestra que la Vida Religiosa “sigue teniendo un atractivo particular en nuestro tiempo, que puede llenar vidas exigentes y engendrar felicidad en su entorno”.

Concluye señalando los retos a los que se enfrentan estos jóvenes hoy: la donación de la propia persona, la felicidad de su consagración, la vida en comunión fraterna, el entusiasmo por el anuncio de Jesucristo y el servicio a los más pobres.

“Gracias por el don de los religiosos”

(M. Á. Malavia) De un modo previo a la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en Cataluña y Andalucía han tenido dos claros gestos de comunión entre obispos y religiosos. En la primera, en el desarrollo de la reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense, que transcurrió del 18 al 20 de enero, los prelados catalanes dirigieron un Mensaje a la Unión de Religiosos de Cataluña (URC), con motivo de su 30º aniversario.

En él, daban “gracias a Dios por el don de la Vida Religiosa”, resaltando su “espíritu de comunión eclesial” y su servicio en beneficio “de las comunidades religiosas y de la misma sociedad”. Finalmente, invitaban a los consagrados a responder, mediante su “espíritu de diálogo”, al reto de la Nueva Evangelización. “La presencia de los religiosos, humilde, desinteresada y testimonial, manifestará la presencia de Dios en medio del mundo y ayudará a los hermanos a acercarse a la persona de Jesús”, concluían.

El mismo día 18 comenzó la Asamblea Ordinaria de los Obispos del Sur. Tras su clausura, en la jornada siguiente, los pastores andaluces hicieron público un comunicado que incluía otra muestra de afecto a la Vida Religiosa, en este caso, a través de su implicación en la educación (la titularidad de una gran parte de las instituciones educativas pertenece a congregaciones). De hecho, participaron en la Asamblea, como invitados, María José Tuñón, presidenta de Unión Regional de Profesores de Andalucía (URPA), y Francisco Ruiz Millán, presidente de Escuelas Católicas de Andalucía.

A ellos agradecieron la “progresiva comunión eclesial de todos los agentes de la enseñanza católica”, calificando la escuela católica de “un bien de la Iglesia que todos han de custodiar y perfeccionar”.

En el nº 2.739 de Vida Nueva.

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