Católicos y ortodoxos, unidos por la familia

Nace un Foro conjunto para expresar una voz común en ‘grandes cuestiones’

(María Gómez) Los líderes de las Iglesias católica y ortodoxas de Europa consideran que, ante los mismos retos, es mejor actuar de forma conjunta en todo lo que sea posible. Con esa premisa ha nacido el Foro católico-ortodoxo, organizado por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), no como nueva instancia internacional, sino para responder al deseo común de mantener consultas periódicas sobre las “grandes cuestiones que forman parte de nuestra misión”, en palabras del cardenal Peter Erdo, arzobispo de Esztergom-Budapest y presidente del CCEE.

Lo mismo opina el obispo de Viena y Austria, Hilarion Alfejev, que espera “establecer una comunicación clara y eficaz entre nuestras Iglesias, conscientes de que debemos afrontar los mismos desafíos (secularización, consumismo, ateísmo…)”. El obispo ortodoxo ruso señala que se profundizará “no tanto en cuestiones teológicas, sino en cuestiones antropológicas que tienen una importancia crucial para el presente y el futuro de la humanidad”.

En la primera edición de este Foro, del 11 al 14 de diciembre en Trento, unos 30 delegados del CCEE, las Iglesias ortodoxas y varios dicasterios vaticanos han debatido sobre La familia, un bien para la humanidad. Han concluido que la institución se ve “amenazada hoy por una cultura egoísta, relativista, orientada únicamente a un bienestar material pasajero”, lamenta el cardenal Erdo, y sigue: “Por eso estamos convencidos de la necesidad de testimoniar juntos nuestra preocupación y la fuente de nuestra esperanza”.

En la Declaración de Trento, adoptada como voz común en este tema, las Iglesias coinciden en que la familia “no es una prisión creada por Dios, sino una institución que debe ser la encarnación de un amor desinteresado, un instrumento pedagógico para comprender a Dios, un Dios de comunión y de amor”.

Conceptos atacados

Expresan además su preocupación ante ciertos fenómenos sociales que se manifiestan en las sociedades europeas, como el hecho de que haya conceptos que son “puestos en cuestión, y a veces incluso atacados. Existe una tendencia a modificar el lenguaje, introduciendo nuevos significados del concepto de familia”, dicen. Igualmente, confían en “el ser humano, que, si se deja iluminar por el Evangelio, sabrá preservar el don que representa para la sociedad” esta institución.

Durante el Foro, que además sirvió para recordar al fallecido Alexis II, se habló también de educación, matrimonio, migraciones e implicaciones en la vida política y económica.

En el nº 2.641 de Vida Nueva.

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