“Todos somos necesarios” para revitalizar la Iglesia

El Fórum de Pastoral con Jóvenes concluye con el compromiso de ser protagonistas activos en la evangelización

(M. G. Fernández) Las 2.000 personas que han participado este fin de semana, del 7 al 9 de noviembre, en el Fórum de Pastoral con Jóvenes (FPJ), en Madrid, han vuelto a sus casas con un compromiso conciso y esperanzado: “Nos comprometemos a cooperar activamente en una nueva manera de proponer y vivir la fe con los jóvenes de hoy”, adoptando “una mirada positiva y esperanzada hacia este mundo y hacia el momento que nos toca vivir”, convencidos de que “el futuro no es incierto, es de Dios” y convencidos también de que, siendo Jesús el “centro”, en la Iglesia “todos somos necesarios. Nadie sobra”.

Éstos son los principales puntos del Manifiesto final del Fórum, que recogen el sentir general de estas jornadas, traducido en varias palabras clave: esperanza, ilusión, protagonismo, comunión…

El FPJ, una iniciativa pionera en España, convocada por los escolapios en el 50º aniversario de la Revista Pastoral Juvenil (RPJ), ha conseguido reunir a casi todas las diócesis, multitud de congregaciones religiosas, movimientos, asociaciones y comunidades que desarrollan su trabajo en esta Pastoral específica.

En la inauguración, el viernes 7, Jesús María Lecea, superior general de los Escolapios, animaba a “que los jóvenes se sientan los protagonistas de todo, del Evangelio, del ser noticia y del ser cristianos”. “Ellos tienen la tarea de construir la Iglesia del próximo siglo” porque “hay cosas que sólo las pueden aportar los que son o los que están, y lo de los jóvenes lo aportan los jóvenes. Seremos más abiertos si los tomamos como interlocutores en pie de igualdad, no como meros receptores“, añadió el ex presidente de CONFER.

Por su parte, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, pidió “sonrisas” y “una movida, pero movida santa”. En su intervención, aprovechó para convocar a los asistentes a la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en Madrid en 2011.

Espacios de expresión

Los tres días de Fórum han estado plagados de ponencias, exposiciones y dinámicas que han dibujado el contexto en el que se desarrolla actualmente la Pastoral con Jóvenes. Pero también se les ha dado la palabra y la oportunidad de expresarse, como, por ejemplo, a través de los ‘muros hablados’, espacios en blanco donde los chavales escribían lo que iban sintiendo y lo que esperaban para el futuro.

Siete jóvenes participaron en un ‘itinerario’ llamado “Tomamos la palabra”, donde, representando a diversos colectivos juveniles, desearon, entre otras cosas, “que los cristianos podamos ser proveedores de esperanza”, que la Iglesia sea un auténtico espacio de acogida y que se vuelva a la Palabra de Dios. “Deseo que no se haga nada sobre nosotros sin tenernos en cuenta a cada uno de nosotros”, enunciaba el último chaval, en una idea que ha sido muy repetida durante todo el Fórum.

Al día siguiente, en una mesa redonda, tres representantes del clero diocesano, del laicado comprometido y de la vida religiosa se hacían eco de este itinerario. Agustín del Agua, secretario técnico de la Subcomisión Episcopal de Universidades, manifestó su deseo de que el Fórum tenga continuidad efectiva, dada la “importante experiencia de comunión que se ha demostrado estos días”.

Pedro José Gómez Serrano, profesor de Economía Mundial en la Universidad Complutense y laico comprometido en el madrileño barrio de Pan Bendito, apostó por una Pastoral que dé la palabra al joven, le escuche, le interpele y le reconforte. “No debéis conformaros con ‘rebajas’ -apeló-, sino que debéis exigir y elegir lo mejor, y no lo más barato”.

Por su parte, la dominica contemplativa de Manresa, sor Lucía Caram, volvió la mirada hacia los alejados. “Pero ¿quién se alejó de quién? -se preguntaba-. ¿Los jóvenes de la Iglesia? ¿La Iglesia de los jóvenes? No es momento de buscar culpabilidades, sino de trabajar juntos. Sueño con una Iglesia donde prime el servicio entre iguales”.

El desafío del post-Fórum

El auténtico reto del FPJ es el camino que se inicia hoy lunes, con el post-Fórum. En esa apuesta por seguir trabajando y hacer visibles los frutos que puedan surgir a partir de ahora, el Manifiesto será publicado en la web del FPJ a la espera de adhesiones de particulares e instituciones que se comprometan, por ejemplo, “a promover comunidades cristianas que susciten y acompañen el proceso de los jóvenes”, a “apostar por una pastoral de fe” y a “vivir con un corazón samaritano. El ejercicio del amor solidario es un buen camino para encontrar o recuperar la fe”, concluye.

  • Para leer el contenido íntegro del Manifiesto final del Fórum, pinche aquí.

Más información en el nº 2.636 de Vida Nueva.

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