Unidos por el cuidado de la casa común

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Algunos aportes del Foro Arquidiocesano sobre ecología integral

Con el fin de promover un diálogo entre lo ambiental, lo económico y lo social, el 19 de octubre se llevó a cabo en el Teatro Cafam de Bellas Artes un foro sobre ecología integral, organizado por las coordinaciones de Vida Económica, Movilidad Humana y Acción Solidaria, de la Arquidiócesis de Bogotá.

La conferencia introductoria estuvo a cargo de Alirio Cáceres, ecoteólogo y diácono permanente de la Iglesia local, quien expuso los principales aportes de la encíclica Laudato si’ de cara a la reflexión propuesta en el marco de la actividad.

Momento seguido se desarrolló un panel con la participación de Laura Montenegro, investigadora de la Universidad de los Andes; Ana Catalina Suárez, Directora de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO); y Germán Calixto, teólogo vinculado a la Universidad Javeriana. Montenegro se refirió al fenómeno de la migración en el país y a las variables en el crecimiento del consumo. Suárez, por su parte, caracterizó la problemática del hambre en relación con el modelo distributivo actual, que conlleva el desperdicio de alimentos; igualmente expuso algunas acciones solidarias tendientes a responder a la falta de comida de amplios sectores de la sociedad. Por último, Calixto compartió una reflexión sobre la práctica de la colecta en la comunidad cristiana. El teólogo hizo alusión a la espiritualidad de la comunión, a partir del pensamiento de Juan Pablo II. Con referencias a la Doctrina Social de la Iglesia, profundizó la exigencia de que en el centro de la economía no debe estar el mercado sino el ser humano. Compartir de mesa, globalización de la solidaridad, justicia distributiva fueron algunos de los temas a los cuales se aproximó en una lectura de la continuidad que existe entre la acción generosa de la Trinidad y la exigencia de justicia en la vida de los hombres y de las mujeres.

Conversión ecológica

“Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la Iglesia, donde la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea” (Francisco)

 

 

Espíritu de samaritano

La segunda parte del foro estuvo dedicada a presentar tres experiencias en las cuales la Arquidiócesis de Bogotá reconoce una oportunidad para promover la ecología integral y la conversión de las acciones evangelizadoras. La primera experiencia fue presentada por Jonathan Sánchez, de la parroquia San Pedro, de Usme, quien hizo alusión a un proceso de economía solidaria entre campesinos habitantes del páramo de Sumapaz. La segunda experiencia correspondió al Centro de Atención al Migrante. El padre Álvaro Vidales presentó el trabajo de esta institución en relación con aspectos fundamentales del plan de evangelización. Por último, el Banco Arquidiocesano de Alimentos dio cuenta de su programa de recuperación de excedentes agrícolas.

“La Iglesia debe trascender los muros medievales, para servir a los pobres en el jardín del mundo”, reiteró Alirio Cáceres al momento de las conclusiones. Según señaló, el evento dio un impulso para profundizar las relaciones en nuestra casa común. Ahora se deben seguir investigando las causas en que se unen la cultura del despilfarro, del descarte y de la muerte prematura con el daño natural cada vez en aumento.

“El cuidado de la casa común implica dejarse conmover por el espíritu del buen samaritano”, reiteró. La invitación es a salir de sí, pensar en el otro, en su dignidad y en la dignidad del territorio del cual todo ser humano es parte. Como ha dicho el papa Francisco en el segundo punto de la encíclica: “somos tierra”. La mirada bíblica y la reflexión teológica deben poner de manifiesto las exigencias sociales de nuestra condición telúrica. Voluntariado, trueque, mingas, sensibilidad ante el dolor del otro, son algunas de las expresiones de lo mucho que la Iglesia local hace y puede seguir haciendo en la búsqueda de una conversión pastoral y ecológica.

Texto: VNC Foto: Arquidiócesis de Bogotá

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