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(Antonio Pelayo – Corresponsal de Vida Nueva en Roma)

“Haber hecho la petición sin antes haberse asegurado de que iban a poder participar en el encuentro los auténticos protagonistas de “la Roja”, y no sólo los directivos de la Federación con sus familiares, nos ha dejado en muy mal lugar”

Che figuraccia!” (“¡Qué metedura de pata!”), ha sido el glacial comentario de un responsable vaticano ante la anulación de la audiencia de Benedicto XVI a los ganadores del Mundial de Fútbol y a la Federación Española, acompañados por el arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Antonio María Rouco Varela. El acto hubiera debido tener lugar el lunes 14 de febrero, y fue cancelado el viernes anterior.

Conociendo la complejidad de la agenda papal, es una enorme falta de delicadeza dejar caer una cita sin que haya una imprevista causa mayor.

Las fechas de los partidos –se nos dice– son conocidas con meses de antelación, e igualmente los compromisos de los jugadores.

Haber hecho la petición sin antes haberse asegurado de que iban a poder participar en el encuentro los auténticos protagonistas de “la Roja”, y no sólo los directivos de la Federación con sus familiares, nos ha dejado en muy mal lugar.

En el nº 2.742 de Vida Nueva.