Teodoro León: “El Evangelio es para todos, los que están cerca y lejos”

‘Vida Nueva’ conversa con uno de los dos nuevos obispos auxiliares para Sevilla

obispo auxiliares de Sevilla

Vicario general de la diócesis desde 2010, deán de la Catedral y presidente del Cabildo. Con estas credenciales recibe a los 58 la mitra y el báculo Teodoro León Muñoz como obispo auxiliar de Sevilla, junto a Ramón Valdivia. Con andadura parroquial a sus espaldas y canonista más que apreciado, fue responsable de la actualización jurídica de las cofradías sevillanas ya en la época del cardenal Carlos Amigo.



PREGUNTA.- Dos auxiliares de una tacada para Sevilla. ¿Es más importante el primero que aparece en el boletín del Vaticano? ¿Se les considera obispos mellizos, gemelos…?

RESPUESTA.-El peso será el que nos encomiende al arzobispo Don José Ángel Saiz Meneses a cada uno, pero uno no es más importante que otro. Una vez que estamos en el ministerio episcopal es para servir cómo y dónde se nos necesite. Ramón y yo éramos muy amigos y lo seguiremos siendo sin competencia ninguna.

P.- Acumula responsabilidades en la archidiócesis desde hace años. O lo que es lo mismo, apuntaba maneras de obispo y supongo que más de uno ya le había regalado los oídos con la mitra. ¿Cómo se llevan esas insinuaciones cuando todo es humo?

R.- Es evidente que en algunos corrillos y en la prensa salía de vez en cuando mi nombre, pero yo siempre comentaba en tono de broma que, por mucho periódico que lo dijera, mientras la nunciatura no publicara, no había nada real. Nunca le he echado mucha cuenta a esos comentarios.

P.- Aunque nació en Puertollano, su acento es más de la Giralda…

R.- Son muchos años en Sevilla. Mi familia llegó aquí en el año 1973 y supongo que algo de mezcla de acentos tendré. En cualquier caso, conozco la tierra porque la vivo y la siento. Pero, ciertamente, la diócesis la he conocido realmente cuando se me encomendó el cargo de la vicaría general porque eso me ha llevado a viajar por los pueblos.

Una diócesis “muy grande en todos los sentidos”

P.- Porque Sevilla es más que Triana y Dos Hermanas…

R.- Exactamente. Tenemos pueblos que están bastante alejados, hasta a una hora y veinte de la capital. Sevilla es muy grande en todos los sentidos.

P.- ¿Y cómo se construye diócesis con aquellos que están en esas periferias?

R.- Las periferias son uno de los grandes objetivos que tiene Don José Ángel y estamos en ello, porque el Evangelio es para todos, para los que están cerca y lejos. Yo, que he bebido y bebo de la espiritualidad de santa Ángela de la Cruz, ella siempre nos recuerda que los pobres también tienen que ser evangelizados. Precisamente a los que no están integrados en la Iglesia es a los que hoy tenemos que ir, para que escuchen la Palabra del Señor y puedan integrar en la vida de la Iglesia.

P.- ¿Se dará el salto de ver al pobre como mero destinatario a protagonista de la vida eclesial?

R.- El concepto pobre ya no se puede interpretar únicamente como aquel que carece de lo material, sino como aquel que necesita la riqueza de la Palabra del Señor. Estamos llamados a transmitir el Evangelio para que el otro sea rico en sabiduría, que descubra el amor inmenso de Dios. Encarnarse y dejarse crucificar es una obra de Amor.

P.- Conoce como pocos los entresijos de la Semana Santa cofrade en tanto que fue el responsable de actualizar los estatutos de las hermandades. Nueve años en el papel del malo de la película…

R.- Ciertamente, cuando tienes que tomar decisiones, a unos les gusta y a otros no, máxime cuando tu responsabilidad se circunscribe al ámbito jurídico. Sin embargo, después de todo, aceptan lo que les planteas y acaban buscando la palabra de la autoridad eclesiástica cuando ven que no pueden ponerse de acuerdo entre ellos. Eso también es digno de reconocer en las cofradías.

P.- ¿La piedad popular vive una edad de oro entre los jóvenes?

R.- Totalmente. Por eso hemos promovido el ámbito pastoral desde la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías que se ha organizado con una apuesta especial por la formación. Los jóvenes que no encontramos en otros sitios, sí están en las hermandades y he de decir que además están muy comprometidos. En el tiempo del confinamiento de la pandemia, fueron ejemplares, porque salieron a la calle a las personas mayores y con dificultades para salir a su rescate. En las parroquias donde hay hermandades, hay jóvenes. Donde no las hay, se nota esa otra ausencia.

P.- Con todos los cargos que acumula, además de la mitra y el báculo, ¿no va a necesitar dos horas más al día para llegar a todo?

R.- Todo es cuestión de organizarse. Siempre me ha tocado llevar varios oficios simultáneamente. Ciertamente algo tendré que dejar y está claro que no es posible seguir como deán de la catedral.

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