Juntando sueños en Nariño

El trabajo de la Fundación Suyusama en favor de la sostenibilidad

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“Vinieron mis hermanos por juntar con mi sueño espigas de sus sueños”. La poesía de Aurelio Arturo comunica a su manera el anhelo inherente al trabajo en Nariño de la Fundación Suyusama, una obra social de la Compañía de Jesús cuyo nombre en quechua significa “región hermosa”. “Esta es la tierra oscura que ama mi corazón. / Esta es la tierra en que quiero morir”, dejó escrito el poeta, celebrando su apego al sur del país.

Suyusama fue fundada en 2004 y desde entonces acompaña procesos de gestión participativa en el departamento de Nariño, con visión de sostenibilidad local y regional. José Aguilar, jesuita al frente del programa, afirma que la sostenibilidad, como horizonte ético y conceptual, va más allá de una estrategia de desarrollo. “Es, sobretodo, una opción para aprender sobre la vida y el mundo”. Por eso el principal objetivo del aprendizaje que quiere realizar la institución está vinculado a ayudar a establecer relaciones armónicas entre los seres humanos y con la naturaleza, mientras se realizan los sueños más profundos de la gente con relación al territorio y a la vida y se superan los principales retos y desafíos del presente.

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Capacitación de la fundación en beneficio de campesinos nariñenses

Para tal fin, la entidad ofrece una propuesta educativa aplicada al cultivo de la tierra y el desarrollo del territorio, a través de la formulación de planes de vida, formación en cultura política y acompañamiento a la formulación de planes de desarrollo departamentales y municipales. Entre los factores que han justificado el trabajo de la institución y que incrementan los desafíos de la entidad, Suyusama se refiere, en primer lugar, a “una economía deteriorada, con una cantidad importante de hectáreas dedicadas a los cultivos de uso ilícito, principalmente coca y amapola”. Como explica el padre Aguilar, la región ha sido convertida en un corredor estratégico del conflicto armado en Colombia, “un territorio disputado por los actores armados y zona piloto para la aplicación de la política nacional e internacional antinarcóticos”. Se trata de un lugar con altos niveles de exclusión social, en el que se da un predominio de la economía campesina, con una presencia importante de comunidades indígenas. Con esta población ha trabajo Suyusama durante años, privilegiando la construcción de un sujeto colectivo, conformado por comunidades en capacidad de enfrentar solidaria, creativa y sosteniblemente los retos del presente.

En orden a contribuir a las transformaciones deseadas por las comunidades en sus territorios, Suyusama pretende ayudar en el fortalecimiento del tejido social e institucional, en la seguridad y la soberanía alimentaria y nutricional, en el surgimiento de una educación pertinente, en la protección del agua y en la defensa del patrimonio cultural. Un papel de singular relevancia le atribuye a la capacitación de la niñez y la juventud. De ello da constancia la Escuela de Liderazgo que en el municipio de Florida involucra al menos seis instituciones educativas, con la idea de que las nuevas generaciones lleguen a ser los actores dinamizadores y los protagonistas de la sostenibilidad regional.

VNC

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