Editorial

Víctimas de la indigencia espiritual

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La Junta de Extremadura ha retirado el apoyo al Ayuntamiento de Badajoz y a Cáritas para construir un albergue para personas sin hogar en la Margen Derecha.



La oposición vecinal a tener en su barrio a los más vulnerables de la sociedad refleja el cinismo de una sociedad que se dice solidaria, siempre y cuando esa limosna se entregue con la suficiente distancia social como para evitar ver o tocar de cerca la pobreza, sorteando cualquier contagio y endosándole, por decreto, el injustificado lastre de la delincuencia y negándole cualquier oportunidad de rescate e integración.

Aporofobia

Lamentablemente, lo ocurrido en la ciudad extremeña no es un caso aislado ni nuevo, pero sí lo suficientemente revelador como para constatar que la aporofobia acuñada por Adela Cortina, esto es, el miedo al pobre, se está enquistando, con el riesgo de derivar hacia un discurso del odio, a la luz de los crecientes mensajes populistas apocalípticos.

Y es ahí donde la Iglesia no puede ni debe callar, pero, sobre todo, no puede ni debe abandonar a su suerte a los últimos. Porque quizás ellos vivan en una indigencia material, pero quienes les rechazan están atrapados en la indigencia espiritual.

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