Editorial

Recuperar el domingo

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Sin ser intransigentes con toda actividad comercial, se trata de no vaciar esa jornada de contenido

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VIDA NUEVA | Se ha preguntado el papa Francisco –y con él muchos otros cristianos– si trabajar en domingo es una verdadera libertad.

Así, al menos, se quiere vender ahora, desde una mentalidad netamente mercantilista, el “logro” de la apertura de los comercios en una fecha tradicionalmente con un sentido religioso y social de descanso, un día para la reunión en comunidad, en familia, en grupo…

Hoy ese significado se diluye. Los centros comerciales son los nuevos templos a los que acaban siendo encadenados por la rutina quienes acuden a consumir, pero también quienes han de atenderles, privándoles a estos a su vez de posibilitar la conciliación laboral y familiar.

Sencillamente, acaban, como ellos mismos reconocen, “por no tener vida”. Así pues, no se trata de intransigir con toda actividad comercial en domingo, pero sí de no vaciar esa jornada de su contenido de descanso para el cuerpo y tiempo para el espíritu.

En el nº 2.906 de Vida Nueva

 

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