Editorial

Pasado, presente, futuro

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En esta etapa del año, en donde vamos avistando su fin –con balances y despedidas– y vamos proyectando el inicio de uno nuevo –con cambios e iniciativas–, ya los tiempos parecen acelerarse. Aquí es donde cobra sentido la frase tantas veces escuchada que proclama: “Al final todo se acelera”. En este aceleramiento del tiempo, se percibe al presente como ese instante de futuro que acaba de ocurrir y que, casi a la velocidad de la luz, se funde en el pasado.

Estamos inmersos en esta vorágine. Pero seguramente no sea algo que pueda valorarse como negativo, siempre y cuando seamos capaces de no perder las ganas de pensar, la capacidad de reflexionar, la importancia de creer en el otro y valorarlo, la ilusión de sentir que vale la pena vivir y la obligación de respetar y cuidar la vida y nuestra casa común.

También estamos inmersos en estos tiempos de experiencia de tecnología y de redes. Dispositivos que aparecen en el presente y que, en poco tiempo, ya son parte del pasado. Tecnologías que ayer las llamábamos “nuevas tecnologías” y hoy ya están naturalizadas como una parte más de la vida. Pero ahí es donde Vida Nueva quiere estar. Ahí es donde Vida Nueva está llegando con su versión para tabletas, con su nueva apuesta por las redes sociales y con su inminente lanzamiento de un portal web nuevo, distinto y desafiante, donde la sinergia global de un proyecto se materializa en la World Wide Web.

Tenemos la firme convicción de que estar en las redes y apostar por los dispositivos no es malo, siempre y cuando los usemos responsablemente, valorando las bondades de la tecnología, pero sabiendo que el encuentro cara a cara sigue siendo enriquecedor, creador de lazos, generador de valores y fundamental para la vida. Con su ingreso a las redes, Vida Nueva quiere potenciar aún más su presencia y su razón de existir: dar voz a tantos excluidos de nuestros días, en que la gran aldea global que nos cobija los hace a un lado por no poder cumplir con el disparatado paradigma de que para poder ser hay que tener.

Entonces, sabiendo que hoy en día gran parte de la difusión pasa por la red, queremos seguir cumpliendo nuestra misión en este nuevo contexto. Por eso, invitamos a nuestros lectores a leer Vida Nueva en sus tabletas, a seguirla en las redes sociales, a consultarla en su actual sitio web y en su próximo portal que está por lanzarse muy pronto. Y especialmente los invitamos –ahora que la tecnología está en nuestras manos– a ponerse en contacto con nosotros para hacernos llegar su opiniones y inquietudes.

De esta manera podremos rememorar y valorar el pasado, experimentar en cada momento que vivimos el presente y sentir que a cada instante el futuro nos desafía a encontrar respuestas más inteligentes. Así, cuando volvamos la mirada hacia atrás, recordaremos los pasos dados con alegría y tendremos la certeza de haber sido útiles para la construcción de una sociedad más justa, más inclusiva y más solidaria.