EDITORIAL VIDA NUEVA | “Si no vamos nosotros, los matan a ellos”. Esta frase fue pronunciada hace 25 años por el capuchino vasco Alejandro Labaka poco antes de partir, junto con una religiosa colombiana, al encuentro de una comunidad indígena, apenas contactada antes, en la selva ecuatoriana.
Se habían preparado concienzudamente para esa primera visita. A la Iglesia le preocupaba la situación de aquellas gentes, también porque los intereses de algunas empresas en las tierras de los tagaeri habían puesto en el punto de mira las vidas de los indígenas.
Sin embargo, aquel acercamiento apostólico segó la de quien era el obispo del Vicariato de Aguarico y la de la hermana Ana. Un cuarto de siglo después de su martirio, ese testimonio profético sigue muy vivo en Latinoamérica, donde la Iglesia ha vuelto a levantar la voz frente a multinacionales y gobiernos en defensa de las comunidades indígenas y su medio ambiente, de nuevo en peligro.
En el nº 2.817 de Vida Nueva. Del 29 de septiembre al 5 de octubre de 2012
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