Editorial

La cruz en la escuela, una sentencia razonable

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EDITORIAL VIDA NUEVA | El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ha declarado definitivamente, por quince votos contra dos, que la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas no viola los derechos de ningún ciudadano, ya que responde a un símbolo de la religión mayoritaria, que no se impone seguir a nadie de otras religiones o de ninguna.

En principio, la sentencia afecta solo a Italia y tiene un valor meramente informativo para el resto de los países que están representados en la Corte de Estrasburgo, pero es evidente que sienta un precedente importantísimo. El mismo tribunal, en noviembre de 2009, había dictado un fallo en sentido contrario, apreciando entonces la queja de una madre italiana. En aquella ocasión hubo propuestas para que el crucifijo desapareciera de los espacios públicos también en España. Comenzaba una absurda diatriba. Su argumento era el dictamen del organismo europeo. Ahora, disuelto el argumento, la cuestión queda pendiente.

Estrasburgo frena los deseos de un laicismo agresivo que aspira a la eliminación de los símbolos religiosos en los espacios públicos. A Estrasburgo, además, hay que sumarle otras sentencias en varios países europeos, como Austria o Italia, que han fallado por el respeto del símbolo.

Es un paso importante porque se reconocen, implícitamente, las bases cristianas de Europa. La cruz no pretende adoctrinar, como algunos indican, sino mostrar, desde el símbolo, una trayectoria cultural y espiritual que está en el bagaje histórico de estos pueblos que conforman Europa. Los derechos humanos no pueden erigirse en contra de los derechos a la libertad religiosa en Europa, lugar en el que el cristianismo ha jugado un papel determinante en su configuración. Lo contrario no es solo una falta de conocimiento, sino un atentado a la memoria de la historia, a la conciencia de muchos creyentes y, curiosamente, un atentado contra el sentido común.

En el nº 2747 de Vida Nueva (del 26 de marzo al 1 de abril de 2011).

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