La Iglesia Universal ha celebrado en un mismo día la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, la apertura de la Puerta Santa del Jubileo de la Misericordia y los cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II. La Iglesia Universal ha visto nuevamente el saludo entre dos papas. Tres acontecimientos muy significativos; una celebración histórica.
“Él, Jesucristo, es la puerta a través de la cual venimos hacia ti, fuente inacabable de consolación para todos, belleza que no conoce ocaso, alegría perfecta en la vida sin fin”, rezó el papa Francisco y comenzó a abrir las puertas de la Basílica de San Pedro. Así se inició el año para renovar la la fe, un año para valorar la vida del prójimo.