Editorial

El Papa se anticipa

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¿Se precipitó el Papa con la disposición para abreviar los procesos de anulación matrimonial?

Los que creen menoscabada la autoridad de los tribunales eclesiásticos piensan que el Papa debió esperar el Sínodo en el que ese y otros temas hacen parte de la agenda.

Lo mismo sucede con el tema de la comunión de los divorciados. Según este asustado sector de la Iglesia Católica, que teme por la integridad de la doctrina de la indisolubilidad matrimonial, el Papa debió esperar; pero la misericordia es impaciente y no da espera, porque es el gesto característico del amor de Dios. La misericordia lleva demasiado tiempo en espera en las afueras de los tribunales, mientras canonistas y ministros de la justicia perfeccionaban sus trámites o reunían sus precisos documentos.

Con Francisco llegó la hora de la misericordia y, desde luego, la medida de su tiempo, que es el tiempo del amor que comprende y que agota recursos de acogida.

Las dos decisiones papales, que se anticiparon al sínodo, contienen un claro mensaje para los padres sinodales: es el del amor urgente.