Editorial

De adultos y jóvenes

Compartir

“«¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no ha muerto; está dormida.» Y se burlaban de él. Pero él, después de echar afuera a todos, tomó consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entró donde estaba la niña. Y, tomando la mano de la niña, le dijo Talitá Kum, que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.» La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron todos fuera de sí, llenos de estupor”(Mc 5,21-43).

Este episodio del Evangelio de Marcos es la fuente de inspiración de Talita Kum, un Centro de Formación integrado por un grupo de discípulas y discípulos de Jesús que acompañan procesos educativos de adolescentes y jóvenes en parroquias, colegios, centros de día, organizaciones sociales, congregaciones, diócesis, etc.

Hacemos eco de su acción en Vida Nueva porque creemos no solo que la juventud no está perdida sino que es alegría, vitalidad, curiosidad, fuente de crecimiento y desarrollo. Que es ella quien traza la línea del futuro con miradas nuevas. Por eso, en este Pliego presentamos la experiencia que Talita Kum viene llevando adelante desde hace más 15 años.

Ellos creen que es fundamental potenciar la educación en los espacios de participación de los jóvenes. Nosotros, como san Juan Bosco, creemos que “de la educación de la juventud depende la felicidad de las naciones”.

Su principio de acción grupal se sostiene en la convicción de que, cada vez que un adulto toma coraje y se pone de pie atravesando miedos y prejuicios y haciéndose de su adultez, se hace disponibles para dar la mano a un adolescente o un joven, y lo puede invitar a entusiasmarse con la vida.

Concidimos y valoramos la experiencia que un mayor puede trasladar a las nuevas generaciones para que no abracen ídolos efímeros ni se embarquen en modas voraces ni se instalen en espacios de mentira y oscuridad que deglutan la fuerza libertaria de su juventud hasta transformarla en una pobre parodia de lo que pudo haber sido, y acaben esclavos de las peores esclavitudes.

“Mujeres y varones, adultos y ancianos ‒supo decir Miguel Esteban Hesayne haciéndose eco del Evangelio de Jesús‒: construyamos ya el futuro inmediato despertando en nuestra juventud, chicas y muchachos, el interés por una cultura política humana y humanizante”…

¿Seremos capaces de llevar nuestro “¡Levántate y anda!” a los jóvenes en el nombre de Jesús? ¿O los seguiremos juzgando por ignorancia y opinando sobre ellos sin conocer sus encrucijadas?

Veamos el ejemplo de Jesús. Fiel a su estilo, el Maestro no se quedó quieto. No atendió las opiniones ajenas. Transformó la muerte de la joven en vida.

Y hoy nos convoca también a nosotros a ir por el milagro: a desinstalarnos una y otra vez, a salir de lo cotidiano, de lo conocido, para dejarnos sorprender y confrontar por “lo otro”, por la novedad que pueda venir del lado de los jóvenes, y a ofrecerles humilde pero entusiastas nuestra brújula con los valores que nos ayudaron a cruzar tantos mares.