José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

La pregunta es para quién soy


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JUEVES 4. Conversaciones PPC. Me interpela la autoridad vía argumentos, el entusiasmo, el ingenio y la libertad con la que se despacha Marciano Vidal. Parece que le debo algo con tanto halago y tan de seguido. Lo confieso. Así es. Le debo su ejemplo de fidelidad a esos dones a pesar de los pesares. De la persecución. Le debo esa profecía con la moral de la oración y del sentido común en la mano. Y el buen humor. Lo mismo te suelta un “yo fui compañero de clase de Caffarra y ya entonces era inteligentísimo, pero tenía sus cosas”, que deja caer un “hay obispos españoles que se están pasando tres pueblos con los divorciados… hasta Alcalá”. Pero, sobre todo, su misericordia: “Hay que tener entrañas de caridad para los que se oponen a Amoris laetitia”. Desconozco si esas entrañas también se remueven en los opositores.

VIERNES 5. Emma tiene ocho años. Pocos le ganan en naturalidad. Al terminar las confirmaciones, nos acercamos a saludar a don José. Ella se lanza y directamente comparte con él unas chuches. De repente, nos vemos todos comiendo nubes de colores. A la par, Emma le pregunta por el báculo. Don José le muestra el grabado. “¿Qué ves ahí?”. “A Jesús en la cruz y a los apóstoles”. “¿Y sabes qué escena es?”. “La crucifixión”. “No, es la ascensión”. Respuesta de Emma: “A mí no me vengáis con líos. Si me sacáis de la muerte, me pierdo”. Don José apostilla: “Pues te estás perdiendo lo mejor si te quedas ahí…”. Nos sonreímos. Pero me quedo dando vueltas a cuántas veces uno se queda atrapado en la losa y prefiere no resucitar.

DOMINGO 7. De buena mañana metemos en vena al personal una ponencia sobre la santidad. Dicho así, puede parecer un castigo. Todo lo contrario cuando José María Avendaño lo aterriza en Jorja, su madre. Santa de lo cotidiano, lo mismo en el campo que entre las sardinas del almuerzo. “El camino a la santidad es caminar en presencia de Dios y ser buena gente”. Palabra de Avendaño.

MARTES 9. Regreso de la presentación del libro de Riccardi. En el coche, Ramón y yo conversamos del panorama eclesial. Ramón interviene: “Osoro ha dicho algo que me ha hecho desconectar. ‘Nos preguntamos quién soy, cuando la pregunta que hemos de hacernos es para quién soy’. Ahí es donde la Iglesia tiene que buscar respuestas. La vida religiosa siempre se ha movido en estas coordenadas, no sé si el resto también”. Ahí lo dejo.

 

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