CLAR recoge testimonios de religiosas abusadas en América Latina y el Caribe

Han realizado una investigación con “un enfoque desde el lugar de las mujeres que escuchan, dan testimonio y hablan a otras mujeres”

Presentación del libro de la CLAR en Bogotá

Tras una investigación a cargo de la Comisión de prevención de abusos, encabezada por la religiosa mexicana, María Rosaura González, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos /as (CLAR) ha presentado el libro “Vulnerabilidad, abusos y cuidado en la vida religiosa femenina”.



Se trata de un recopilación de testimonios de víctimas, junto con el análisis de datos recolectados en una investigación cualicuantitativa desde congregaciones, comunidades de fe y parroquias en la que han participado religiosas de los 22 países de América Latina y el Caribe, donde hace presencia la CLAR.

Gloria Liliana Franco, presidenta de la CLAR, ha asegurado que se trata de una “construcción colectiva con un enfoque desde el lugar de las mujeres que escuchan, dan testimonio y hablan a otras mujeres”.

“La CLAR ratifica su compromiso de estar al lado de la mujer consagrada, valorar su misión en la sociedad y en la Iglesia, reconoce su impecable aporte a la evangelización”, por ello, “sepan que no están solas, unas a otras, y con los varones concientes y movidos por la fuerza del Evangelio estamos llamados a sostenernos en camino de seguimiento”.

Iglesia con rostro de mujer

La obra, desde el discernimiento y profundidad, “nos invita a reflexionar sobre un tema que nos desgarra por lo doloroso e inexplicable. Pero es necesario abordarlo, buscando caminos de verdad y justicia, inclinados hacia el otro, hacia la otra con ternura evangélica, humanidad y hermandad”.

Al revelar esta cruda realidad, la CLAR se ha propuesto a integrar “una dinámica de comunión, articulación y corresponsabilidad a la Vida Religiosa del Continente, para que, en docilidad al Espíritu de Jesús, viva con sentido, radicalidad evangélica, pasión profética y misionera su vocación”.

Franco ha reiterado que “la Iglesia tiene rostro de mujer: las asambleas, grupos parroquiales, las celebraciones litúrgicas, los ministerios apostólicos de las comunidades y eso no excluye a los varones, porque en todos habita la fuerza de lo femenino, de la sabiduría, la bondad, la ternura, la capacidad de enfrentar situaciones adversas con osadía”.

El libro fue realizado con el apoyo de la Editorial Claretiana y podrá adquirirlo desde su página web.

Foto: Vida Nueva Colombia

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