Talitha Kum: “No se derrota a la trata sin eliminar la desigualdad de poder entre hombres y mujeres”

Ch. ha sido acogida en una estructura protegida. Ch. es una adolescente nigeriana víctima de la trata en Costa de Marfil y después en Ghana. En el octavo mes de embarazo Ch. consiguió huir y buscar la libertad, decidiendo volver a casa. Una historia de colaboración entre mujeres, de confianza recíproca, de complicidad en el bien. Un hecho que ha coincidido con la clausura de la primera Asamblea General de TalithaKum, no por casualidad, sino como una invitación a continuar, que se hace eco de las palabras dirigidas por el Papa Francisco a las delegadas: “Id adelante así” (Discurso a las Participantes de la Asamblea general de «Talitha Kum», 26 de septiembre de 2019).



El tiempo que vivimos pide creatividad y colaboración para atreverse a nuevos caminos, aún no transitados, abrir caminos en el desierto de la explotación de los recursos humanos y ambientales, superar las montañas de la indiferencia, cruzar los mares de la exclusión y vulnerabilidad, confiando en la promesa de que Dios siempre renueva a su pueblo, a sus hijas e hijos: vida en abundancia, libertad, dignidad.

El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos –recuerda elpapa Francisco en la Encíclica ‘Laudato si’’–, y no podremos enfrentar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a las causas que son relevantes para la degradación humana y social (Ls 48). Esto lo vemos bien en muchas regiones devastadas, como el Amazonas o la región de los Grandes Lagos en la República Democrática del Congo. Deshumanización violenta y mercantilización de todo y de todos, sin escrúpulos.

Personas vulnerables

La trata de personas es un problema muy complejo debido a la variedad de sus formas, la heterogeneidad de sus víctimas y la diversidad de tipos de sus ejecutores” (Orientaciones pastorales sobre la trata de personas 4). Es un fenómeno global, que hiere a toda la humanidad, atravesando todas las fronteras: geográficas, políticas, culturales, sociales y religiosas, invadiendo nuestra humanidad, penalizando sobre todo a los grupos humanos que se vuelven vulnerables por las desigualdades de poder, como las mujeres y las niñas, los migrantes y solicitantes de asilo, personas empobrecidas por modelos de desarrollo predatorios, expulsados por acaparamiento de tierras, destrucción ambiental, guerra, inestabilidad política y económica. ¡La trata de personas está interconectada con todo esto!

Mirar la trata de personas desde el punto de vista de causas estructurales, siguiendo las orientaciones pastorales, fue el desafío lanzado por la primera Asamblea general de Talitha Kum. Esto abre nuevas reflexiones y empuja para dar nuevo significado a los flujos de la trata, ampliando los conceptos conocidos, vinculados al modo de explotación y ubicación geográfica. Este análisis proporciona elementos fundamentales para acercarnos a las víctimas y promover acciones de prevención en las regiones de origen, tránsito y destino de las personas víctimas de la trata e identificar los lugares donde podemos encontrarlas.

Hoy se nos pide algo más, y entrar en la sombra más profunda que sustenta la trata, y buscar juntos, con humildad y determinación, procesos de transformación social para prevenir la trata y acompañar los largos procesos de liberación involucrando familias y comunidades.

La trata de personas es un fenómeno creciente, que produce ganancias ilegales de miles de millones de dólares y se encuentra entre las actividades ilegales más rentables, junto con el tráfico de drogas y armas. Las mujeres y las niñas siguen siendo la mayoría de las víctimas, en todos los contextos y formas de explotación. Este es un dato tristemente conocido y no siempre considerado con atención.

Testigos de la trata

En una actitud de escucha y discernimiento en oración, las delegadas, después de haber escuchado y compartido las historias de los testigos de la trata, eligieron tres causas estructurales prioritarias, sobre las cuales converger su compromiso:

  • La diferencia de poder entre hombres y mujeres en todos los sectores: económico, social, familiar, político, cultural y religioso.
  • El modelo dominante del desarrollo neo-liberal y el capitalismo desenfrenado crean situaciones de vulnerabilidad que son aprovechadas por los reclutadores, traficantes, empleadores y consumidores.
  • Leyes y políticas públicas migratorias injustas e inadecuadas, asociadas a las migraciones forzadas, que ponen a las personas en un riesgo mayor.

Caminos de injusticia, abuso de poder y explotación de las vulnerabilidades que requieren un cambio integral. De hecho, no es posible pensar en cambiar el modelo dominante de desarrollo sin llenar el vacío de poder entre hombres y mujeres y sin implementar leyes justas y adecuadas para las poblaciones migrantes. Esto requiere acciones interdisciplinarias, que surgen de una visión integrada de la diversidad, promoviendo el encuentro y el diálogo de diferentes conocimientos, dando prioridad al punto de vista de aquellos que más llevan la carga de la explotación y la trata.

Esto solo es posible si se hace de forma inclusiva, superando límites, muros construidos ilegalmente para defender espacios de muerte, de poder y, alternativamente, proponer espacios amplios y transformadores que permitan el encuentro, la acogida y la igualdad de dignidad. Manteniendo viva la esperanza, juntos, sin miedo, dejándonos envolver por el deseo de vida que ha llevado a Ch. a osar caminos de libertad.

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