Documento final del Sínodo de la Amazonía: el 82% vota a favor de las diaconisas y el 76% dice sí a ordenar a hombres casados

El papa Francisco, en una misa con motivo del Sínodo

Un total de 120 puntos. Y todos aprobados por amplia mayoría. El Documento final de la Asamblea Sinodal Especial para la Región Panamazónica fue votado en la tarde de ayer. Con la mayoría de los 181 padres sinodales presentes, los dos tercios de los votos afirmativos han sido superados en todos los puntos.

Los tres puntos que han gozado de menos apoyos son los relativos a la ordenación de hombres casados (41 noes), el diaconado femenino (30 noes) y la elaboración de un rito amazónico propio (29 noes). Sin embargo, han obtenido el sí del 76%, 82% y 83% respectivamente.

Los tres puntos de la discordia

En primer lugar, el Documento final del Sínodo reclama, “en el marco de ‘Lumen gentium’ 26”, la posibilidad de “ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica” (111).

En segundo lugar, aunque el Documento no pide explícitamente la aprobación del diaconado permanente femenino, sí lo hace de forma implícita al hacerse eco del alto número de consultas en el que se ha solicitado y deja en manos del Papa y de la comisión creada a tal efecto por Francisco “sus resultados” (103). De hecho, Francisco se comprometió en su discurso final a rehacer esta comisión y nombrar a nuevos miembros para determinar cómo existían las diaconisas en la Iglesia primitiva.

En tercer lugar, junto a los 23 ritos existentes y reconocidos por la Iglesia universal, el Sínodo propone “constituir una comisión competente para estudiar y dialogar, según usos y costumbres de los pueblos ancestrales, la elaboración de un rito amazónico que exprese el patrimonio litúrgico, teológico, disciplinario y espiritual amazónico” (119).

Por su parte, el único punto que ha recogido el 100% de los apoyos es el relativo al carácter misionero de la Iglesia. “El dinamismo misionero que brota del amor de Dios se irradia, expande, desborda y se difunde en todo el universo. Este desbordamiento impulsa a la Iglesia a una conversión pastoral y nos transforma en comunidades vivas que trabajen en equipo y en red al servicio de la evangelización. La misión así comprendida no es algo optativo, una actividad de la Iglesia entre otras, sino su propia naturaleza. ¡La Iglesia es misión! Ser discípulo misionero es algo más que cumplir tareas o que hacer cosas. Se sitúa en el orden del ser”, expresa el texto.

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