“Para ser creativo hay que escuchar al niño y ponerse en lugar de él”

El catequistas artista malagueño Patxi Velasco Fano sostiene convencido que la imagen sigue siendo un modo de comunicación eficaz al momento de transmitir la fe.

Durante una semana, el catequista y artista malagueño Patxi Velasco Fano, conocido por todos por su segundo apellido visitó Buenos Aires. Su participación más fuerte se llevó adelante en el Encuentra Nacional de Evangelización y Catequesis en julio, que se realizó en el Edificio San José de la Universidad Católica Argentina. Pero también visitó otras parroquias, escuelas y comunidades de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano bonaerense, dejando su testimonio y su experiencia de transmitir el Evangelio valiéndose de las palabras, de la música y de las imágenes.

Autor de miles de ilustraciones, varias de ellas compiladas en Jesús para todos (PPC), conversó con Vida Nueva Digital sobre la importancia de la imagen en la transmisión de la fe.

– ¿Qué es la imagen?

– La imagen es una manera de comunicar muy importante. Dicen que “una imagen vale mas que mil palabras”. Además, puedo decir que la imagen es un medio de comunicación imprescindible… Los niños hoy toman una tablet y entran, salen, buscan, juegan; el lenguaje visual es el lenguaje más sencillo y evidente.

– ¿Cómo se relaciona la imagen con los símbolos y con la fe?

– Esto no es novedad: antiguamente, los libros lo entendían dos o tres personas. Con el Evangelio, que es para gente sencilla, hacían vidrieras para que la gente vea, por ejemplo, el Vía Crucis en imágenes. Tanto los símbolos como la imagen siempre han formado parte de la historia de la Iglesia. La pedagogía de la Iglesia es sabia; creo que la Iglesia está en un código natural con la humanidad de saber cómo se transmiten las cosas. De hecho, los gestos son la mejor manera de comunicar: Jesus hacía parábolas, pero también hacía gestos con la gente.

Hoy, estamos muy contentos con las palabras del papa Francisco, pero también estamos muy contentos por sus gestos. Y los gestos no son otra cosa que imagen en movimiento.

– ¿Cómo utiliza las imágenes al servicio de la transmisión de la fe?

Dando uno de sus talleres en el ENEC Buenos Aires 2017.

– Todo surge por la necesidad. Sobre todo con niños con necesidades educativas o de contexto de pobreza y pocos recursos. Entonces la lectura no les resulta fácil, o tienen dificultades con el aprendizaje, entonces la imagen se convierte en una estrategia, primero, para centrar al niño en lo importante, y luego para ir a lo esencial del mensaje.

Yo empecé a dibujar por la necesidad de transmitir un mensaje a gente que le costaba leer, y ese mensaje es el Evangelio.

– ¿Fano es dibujante o es catequista?

– Fano es padre de familia, maestro de escuela y da catequesis. Y para eso hace dibujos y canciones. Estas cosas no son más que una estrategia para anunciar la Buena Noticia.

-¿Cuáles son las tres palabras en las Fano resume, desde lo artístico y desde la fe, a Dios?

– Jugando con la gente digo que la Palabra dice “El verbo de Dios se hizo carne”. El verbo es “acción” y la acción de Dios se encarna en Jesucristo. Si el verbo es de la primera conjugación, ¿qué verbo se hace carne? El verbo amar; si es de la segunda, terminada en er, el verbo querer, y si es de la tercera, terminada en ir, el verbo vivir. Es decir, con Jesús se vive, se sabe querido y se siente amado.

Decir que Dios es amor es esencial.

– Como artista, ¿qué elementos le sugiere a un catequista para que sea creativo?

– Para ser creativo, primero hay que escuchar al niño y ponerse en lugar de él. Hay una poesía que me encanta: es de Gianni Rodari y se titula Un señor maduro con una oreja verde. Dice que había un hombre maduro, pero que tenía una oreja verde que no había madurado… Un catequista tiene que saber quién es Bob Esponja, y tiene que saber quiénes son los youtubers que siguen los chicos. Si uno no logra hacerse niño y quitarse prejuicios de encima, no puede enseñar a los niños.

También aconsejo borrar del vocabulario la frase “Aquí siempre se ha hecho así”. El mundo cambia, la vida cambia y los niños cambian, por eso el mensaje debe ser renovado e innovado cada día.

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